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Jaime González y Alfonso Helfon nos recibieron en su oficina, una casa suntuosa en el corazón de Polanco, que nos dio una probadita de su finura y el don que tienen para armonizar espacios, con ese toque de buen gusto que los caracteriza, en donde esos detalles antiguos y modernos combinados ambientan el lugar de forma especial.
Jaime empezó por contarnos cómo se formó esta alianza. Cada uno por separado tiene más de 16 años de experiencia. Fue en la preparación de la boda de sus hermanas lo que hizo que coincidieran: “Nos conocimos afuera de una florería, después decidimos ir juntos a un congreso del decorador Preston Bailey y ahí comenzó la historia”. Al darse cuenta que tenían muchas cosas en común y un gran potencial, decidieron unir fuerzas y preparar la boda de Jacqueline Bracamontes. Así fue como surgió GONZÁLEZ + HELFON: “Los dos nos enfocamos en hacer cada vez mejores proyectos y los dos tenemos el compromiso de cimentar una mejor empresa cada día”, agrega Alfonso.
Su filosofía
Para ellos lo más importante es transformar los espacios para poder crear happenings. Explican que los eventos duran aproximadamente 8 o 10 horas, en ese tiempo tienen la oportunidad de transportar a los invitados a lugares que no habían imaginado y vivir una experiencia diferente. Los lugares donde se celebran las bodas suelen ser muy repetitivos, pero para ellos es muy importante que, aun cuando se trate de lugares que las familias frecuenten cada fin de semana, ese día especial se convierta en una experiencia única que los transporte a otro espacio: “Nos toca acompañar a las novias y a las familias en las celebraciones más importantes que puede haber en la vida de una persona”, comenta Jaime. Depositan en ellos toda su confianza y es un reto que les encanta, por eso que lo toman con la mayor responsabilidad posible.
Los decoradores siempre están a la vanguardia. No esperan a ver lo que están haciendo los demás, sólo ven hacia adelante para poder proponer cosas nuevas a sus clientes. Jaime y Alfonso no apuestan tanto por la cantidad, al contrario, les gusta que todos los elementos que componen sus proyectos sean de la mayor calidad. Desde los alimentos hasta la decoración, todo debe ser de lo mejor. “A final de cuentas, una boda o cualquier otro evento es la extensión de cómo cada persona recibe en su casa, por eso ponemos atención en todos los detalles. Nuestras ideas son loquísimas, pero no hay límite entre lo que nos proponemos y lo que logramos”, nos platica Alfonso.
Entre lo personal y lo laboral
Jaime tiene objetivos muy claros de lo que quiere lograr: le interesa seguir forjando una carrera sólida y mejorar cada día más. Compite consigo mismo para ser mejor y a la vez mantener los pies sobre la tierra, pues quiere poder equilibrar el tiempo para él y su familia. Se sabe bendecido y por ello está muy agradecido.
Para Alfonso la definición de éxito es sentirse totalmente pleno con lo que tiene y lo que hace en su trabajo a diario. “Para los demás podemos ser o no exitosos, pero estamos satisfechos con los resultados que obtenemos con base a nuestro esfuerzo”.
Cuando están de viaje, los socios no separan el placer y los negocios, pues para ellos esas vivencias son motivo de inspiración, todo lo que observan se convierte en una idea… su mente simplemente no para. Jaime nos cuenta que una de las cualidades que los dos tienen desde pequeños es que son sumamente observadores, lo que les sirve mucho para todos los procesos creativos. Cada uno ve detalles diferentes, pero sus perspectivas se complementan, esa es la cualidad que ha hecho que logren tener un sello creativo particular.
Sus básicos en un proyecto
Explican que en la primera cita con los novios se conoce un poco qué es lo que están buscando, analizan su personalidad y empiezan a identificar cuál sería el tipo de evento ideal para ellos. Después de esa cita, hacen una junta con su equipo para empezar a desarrollar el proyecto y lo aterrizan en un presupuesto: “Nosotros siempre les damos la opción más completa, pues consideramos que esa es nuestra obligación”. Nos explican que cada pareja es distinta, en ocasiones van acompañados de sus padres, pues ellos también influyen en las decisiones y aquí es donde deben saber cumplir la función de mediadores. Piensan que la mayoría de las novias, hoy en día revisan varias opciones respecto de los proveedores, ha cambiado mucho el concepto de lo que quieren para su vestido, ya no uno de princesa, sino cosas cada vez más atrevidas y elaboradas. Esto es una pauta importante, pues es la guía para saber hacia dónde va el evento y que todo vaya de acuerdo con la novia.
Los retos
En su empresa la idea es que todo el proceso de planeación sea ágil y se disfrute, pero lo más importante es que el día del evento sus clientes no se tengan que preocupar por nada, simplemente aprovechar y disfrutar todo lo que se ha planeado. Los eventos que más disfrutan son los de cumpleaños, tanto es así, que Alfonso le prepara su fiesta a Jaime y viceversa, pues explican que es de las pocas veces que pueden disfrutar del evento y no tener que estar al pendiente de nada, sólo de recibir las sorpresas que se van dando durante la noche, con la confianza de que todo saldrá bien.
Han trabajado para muchas celebridades, como Galilea Montijo, Marisol González e Inés Gómez Mont. Ahora están planeando la boda de Billy Rovzar y Claudia Álvarez. Confiesan que estos eventos tienen un mayor grado de dificultad, pues hay mayor exposición y tienen que cuidar aún más la logística. Para ellos, los eventos más significativos que han hecho hasta ahora han sido las bodas de sus hermanas; los dos afirman que ha sido una experiencia única y a la vez un reto muy fuerte, pues todos estaban a la expectativa, no podía haber error: “Es la única novia que ves diferente”, nos comenta Alfonso. El regalo en este caso fue crear algo especial para ellas: “Ver la cara de satisfacción de tu hermana es algo que no tiene precio”, comenta Jaime.
Su estilo se caracteriza por el equilibrio y la forma de mezclar elementos clásicos y modernos. Jaime piensa que lo ecléctico es atemporal y lo más difícil de lograr, es el sello que los ha caracterizado y lo manejan a la perfección. Se sienten muy afortunados por haber encontrado su vocación y hacer a diario lo que les apasiona. Además, para ellos es muy importante saber que si uno necesita el apoyo del otro, siempre estarán ahí y eso es justamente lo que hace brillar su alianza.