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El príncipe Harry recibió un regaño de su abuela, la reina Isabel, luego que Markle respondió molesta cuando no se le permitió usar una tiara de esmeraldas en su boda en mayo pasado.
La duquesa de Sussex se había enamorado de una tiara con esmeraldas que ya había visto entre las joyas del reina y le dijo a Harry, quien le informó al staff de Buckingham que "Meghan tiene lo que Meghan quiere", de acuerdo con lo asegurado por el periodista inglés Robert Jobson en su nuevo libro.
El problema ocurrió cuando la reina le dijo no a la futura duquesa y le explicó que al no poder establecerse con claridad su ascendencia, no podía utilizar esa diadema en específico y finalmente le otorgó una con diamantes.
"Meghan tenía su corazón puesto en esta diadema con esmeraldas y el Príncipe Harry golpeaba el techo cuando se les dijo que era imposible para ella usarla", dijo una fuente a The Sun.
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Sin embargo, la reina se mantuvo firme en el intercambio verbal y reprendió a Harry sobre la actitud de su futura esposa, recordándole que existen protocolos y que no debía de ningún modo comportarse así con el staff del palacio.
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“Hubo un intercambio muy acalorado que llevó a la Reina a hablar con Harry. Ella dijo: "Meghan no puede tener lo que quiere. Ella tendrá la tiara que le he asignado", continúan las revelaciones del libro "Charles at 70".
Finalmente, la reina Isabel también tuvo que mantenerse firme sobre la necesidad de que Meghan usara un velo ya que se trataba de su segundo matrimonio.
El libro revela también algunos roces entre Meghan y Kate Middleton, duquesa de Cambridge y esposa del príncipe William, por la forma en la que la ex estrella de Suits trata a los empleados del Palacio de Kensington.
La misma fuente reveló que: "Meghan puede ser difícil. Tiene estándares muy altos y está acostumbrada al trato que se les da en Hollywood".
Esa sería la razón por la que Kate, quien suele ser muy cuidadosa en su trato con el staff, le habría pedido a Meghan moderar sus modales.
La duda que nos queda sobre la tiara de esmeraldas es si se trata de la misma que utilizó la nieta de la reina Isabel, Eugenia de York, en su reciente boda.
