Fotos: Archivo EL UNIVERSAL
Entre las historias más extrañas que hay en la vida de Freddie Mercury está la anécdota de cuando salió a un bar gay con la princesa Diana de Gales.
Es una de las historias más famosas y además de la princesa de Gales y el vocalista de Queen, tiene como protagonsistas al cómico Kenny Everett y la actriz Cleo Rocos.
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Todos se encontraban compartiendo una tarde en la que bebieron champán y vieron repeticiones de Golden Girls. Al llegar la noche hicieron planes para salir.
De acuerdo como lo narra Rocos en su libro El poder de la bebida positiva, Diana quiso unirse a la salida y puso cara pícara, sin embargo, tanto Everett como Rocos le aconsejaron lo contrario, considerando el acoso al que era sometida Diana por los paparazzis y los problemas que podría tener si era descubierta al ser parte de la familia real británica.
“Dejen que la niña se divierta”, habría dicho Mercury y comenzaron a vestirla como un jovencito para que pasara desapercibida: chaqueta militar, una gorra, gafas de sol y estaba lista.
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Se encamiron al Royal Vauxhall Tavern, un bar gay en el sur de Londres, Rocos y Everett se sentían nerviosos, pero Freddie no.
Al llegar al bar fue el vocalista de Queen quien acaparó todas las miradas, lo que permitió a Diana pasar desapercibida, que de acuerdo con el libro fue algo que ella disfrutó.
La multitud ignoró al chico que se “parecía a la princesa Diana” y así es como la princesa pudo salirse con la suya. Aunque no existe una fotografía del hecho, no hay duda de que era un chico muy guapo.