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La plaza de toros San Pedro, construida en 1866, tuvo tiempos gloriosos que no se acabaron cuando dejaron de celebrarse corridas en su arena, puesto que se ha convertido en un singular hotel boutique de 49 suites, el Quinta Real Zacatecas.
La historia comenzó en 1866, cuando se construyó la plaza de toros San Pedro en las inmediaciones del acueducto histórico El Cubo, del siglo XVI. El rodeo tuvo corridas en las que lidiaron matadores de la talla de Lino Zamora, Epifanio del Río, Eloy Cavazos, Manolo Martínez y Curro Rivera. En 1975, tuvo lugar la última fiesta taurina y el edificio quedó en el abandono e incluso se pensó en su demolición.
Pero, afortunadamente, se decidió convertir la antigua plaza de toros en un hotel boutique de lujo y espacio para eventos. Los arquitectos Ricardo y Roberto Elias Pessah se dieron a la tarea de modificar la función del lugar conservando (incluso resaltando) al máximo la belleza de la estructura. Las suites decoradas con estilo colonial se ubicaron en torno al patio con fuente. La arena del coso fue cubierta con adoquines que forman un bello patrón (que puede apreciarse desde el balcón o los ventanales del restaurante La Plaza). Los toriles, por su parte, cobraron nueva vida al convertirse en el bar El Botarel. Así, el nuevo hotel abrió sus puertas en 1989.
El hotel cuenta con una suite presidencial de tres dormitorios, sala de estar y comedor para ocho personas. También se puede optar por las Master Suite o las Grand Suite Class. Además, hay gimnasio para quienes gusten agregar algo de ejercicio a las encantadoras caminatas por el centro histórico de Zacatecas, protegido por la Unesco desde 1993 como Patrimonio Cultural de la Humanidad.