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Algo tiene Nueva York que le fascina a Marcela Cuevas. Sus impresionantes rascacielos,la infinidad de opciones para ir de shopping, su increíble oferta gastronómica o simplemente la nostalgia que le producen los recuerdos y los buenos momentos que ha podido vivir en esta cosmopolita ciudad.
Recuerda que la primera vez que la visitó fue con sus papás, cuando era muy niña, y nunca olvidará la impresión que le causaron todos sus elementos. “Con ellos descubrí cosas que no se me olvidan, como el Petrossian; fue la primera vez en mi vida que probé un caviar. Fue lo máximo, porque juntos fuimos a turistear y a explorar experiencias únicas de la ciudad. Íbamos a los clásicos restaurantes que le encantaban a mi papá de toda la vida, exposiciones de arte importantes... padrísimo”, recuerda.
De la Gran Manzana le gusta una característica muy propia en ella: la versatilidad. Las diferentes caras que tiene y cómo se puede disfrutar de la ciudad dependiendo del ánimo que se tenga ese día. Marcela es mamá, es conductora, es modelo, es blogger, es una incondicional amiga... en fin, en su vida alternan muchos roles.
El único papel que no está ejerciendo en este momento, es el de pareja. En agosto del año pasado cortó con Moro Kuri y estuvo casada durante casi siete años con Leonardo de Lozanne, con quien tuvo a sus hijos, Bruno y Alexis.
Pero para ella todo se resume en una frase: single & fabulous. Así la vemos pasear por las calles de Nueva York: sonriente, desinhibida, coqueta y, claro, guapísima. Marcela tiene claro que en este preciso momento de su vida lo que realmente importa es que se sienta bien consigo misma, y eso lo transmite.
"Estoy en un momento en que no me juego por nada esa paz que tengo. Veo claramente todo lo que he hecho con mis hijos: les he forjado valores fuertes y les he dado el mejor ejemplo que he podido. Me siento muy satisfecha", nos dice mientras caminamos hacia Madison Street, su calle favorita para ir de shopping o simplemente para pasear, relajarse y disfrutar de ese feeling que solo en esta ciudad podemos encontrar.
Es justo en esa calle que nos detuvimos en Ladurée, porque le encantan los macarons de esta casa repostera. Son su guilty pleasure y cada que viene no puede evitar comerse al menos uno. Confiesa además que, lo primero que hace al llegar a esta ciudad es comer un lobster roll, mismo que disfruta con una buena copa de vino. Para ella esa es la más maravillosa bienvenida al estilo neoyorquino. “He tenido la oportunidad de conocer y disfrutar de las diferentes formas de esta ciudad, casi completamente opuestas. Con mi exmarido conocí un Nueva York que me enloqueció; lugares maravillosos, barrios extraños y gente distinta del mundo de la música”, platica.
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Ahí la charla se vuelve más profunda y empezamos a hablar de la vida, de lo que la ha marcado y de cómo se siente en este momento preciso. No cambiaría nada, eso sí.
En su opinión, todos los momentos de su existencia aportan algo a la persona que es hoy:"No me arrepiento de nada. Me sorprende lo bien librada que he salido de las circunstancias difíciles que me ha tocado vivir. He aprendido de todo y eso me hace una mujer entera, me da claridad de quién soy y a dónde voy" dijo, y recalca que vive su vida de soltera fabulosa,tranquila y feliz,y la aprovecha de la mejor manera posible, como este viaje a “la ciudad que nunca duerme”.
La conductora Marcela Cuevas disfruta más su tiempo reuniéndose con amigas, una parte muy importante en su vida. Pero lo que más le nutre el alma, sin lugar a dudas, es convivir con sus hijos. Su decisión de mantenerlos fuera de los reflectores de los medios, e incluso de las redes sociales, ha sido muy firme y hasta la fecha no se ha animado a presentarlos. Esa decisión ha sido una constante en su vida y ya serán Bruno y Alexis quien, al ser mayores, decidan si quieren pertenecer a ese mundo, como sus dos papás.
En esta etapa de su vida, donde nada ni nadie la frena para vivirla al máximo, sí nos admite que se ha vuelto más selectiva sobre con quién decide compartir el tiempo. Aprendió que la calidad es mejor que la cantidad y que además es el tiempo lo que nunca se recupera. Ahora piensa más detenidamente con quién pasar los días y los viajes.
Sin embargo, sí admite con una sonrisa que no está cerrada al amor. ¿Y cómo habría de cerrar esa puerta si Marcela es guapísima y tiene una personalidad de lo más carismática? No es que esté negada, es que ahora medita más este tipo de decisiones y toma muchos más factores en cuenta. "Sí me veo dándole la bienvenida al amor en los próximos meses; nunca he estado cerrada a esa posibilidad. Me he tomado las cosas con un poco más de calma, me doy el gusto de saborear cada etapa y cada circunstancia. Estoy deleitándome con el ritmo lento de descubrir un gran amor, porque soy apasionada y entregada hasta morir. La vida compartida me sabe a gloria”, nos explica y admite que aún no se ha presentado esa persona especial con la cual quiera compartir su vida en una relación más seria. Y es que, además, dice que al estar entregada a su labor de mamá, la realidad es que no hay mucha cabida para compartir el mismo techo con alguien más. Pero bueno, galanes no le faltan a Marcela…esperemos ver pronto a quién sí querrá darle su tiempo.
Next stop in NY
Continuamos nuestro recorrido por sus it places y ahora llegamos a la terraza del hotel Viceroy. ¡Qué vista! Ahora entendemos por qué le encanta. Aquí disfruta pasar una tarde tomando una limonada.
Nuestra conversación se torna ahora hacia las mujeres libres, empoderadas, emprendedoras, las que se han abierto camino por sí solas. Así como ella. “La súper mujer de hoy todo lo puede, todo lo sabe y lo resuelve por sí sola. Somos muy exigentes; todo lo queremos de inmediato, y cuando los hombres se anima a hacer algo, sentimos que lo hacen mal,nos desesperamos y terminamos haciéndolo nosotras mismas", dice.
Ella se define como una mujer muy libre, pero definitivamente le encanta estar en pareja. “Llevo muchos años sola, con mis hijos. Lo he hecho todo por mí misma, he salido adelante y he logrado cosas maravillosas de las cuales me siento muy orgullosa, pero eso no quita que me guste tener a un hombre a mi lado", afirma.
Esde la idea de que puede hacer de todo y cuando noes así, admite que la frustración la empuja a seguir luchando por lo que quiere. Piensa que tener un cierto grado de ambición es muy sano.
Nos recuerda además que todo se puede hacer, siempre y cuando sepamos quiénes somos, a dónde vamos y qué es lo que queremos. "Como mujeres tenemos un instinto de empatía, de ver por los otros, por la gente que queremos. Por eso de repente caemos en el descuido personal. Creo que jamás debemos olvidarnos de nosotras mismas, ni poner en juego nuestro bienestar e integridad por nadie ni por nada, eso es muy importante", dijo convencida.
Continuamos con la sesión de fotos y vemos a Marcela Cuevas posar guapa, segura, relajada. Tal vez se siente libre porque difícilmente la podrían reconocer, así que está tranquila y disfruta el momento.
En esta etapa de su vida puede medir el alcance de los éxitos que ha tenido y de lo que ha logrado en la vida. Eso la motiva a transmitirlo a otras personas y dejar su legado. Piensa que son curiosos los estereotipos que enfrenta la mujer exitosa, en especial que los hombres se asustan. Exclama que es ridículo, porque ella admira a un hombre queesexitosoycreeque esuncomplementoparasuvida. Le encanta estar cerca de un hombre así, le parece estimulante y excitante. Sin embargo, agrega que hay hombres que se sienten disminuidos o amenazados porque no se sienten suficientemente buenos para dar algo a una mujer que ven grande y exitosa.
Para ella este tipo de indicadores también son muy buenos filtros. La persona que llegue a su vida debe tener el carácter y la personalidad para no achicarse ante una mujer empoderada, sino admirarla y apoyarla a seguir creciendo. “No quiero ser igual a los hombres. Ellos no podrían hacer los roles que nosotras hacemos y de la misma manera, nosotras no podemos hacer los de ellos. En lo que sí creo es en la equidad, tenemos el derecho a ganar el mismo salario, es lo justo”, asegura.
Actualmente Marcela sigue adelante con sus colaboraciones como crítica de moda y agrega emocionada que tiene en puerta un probable programa de televisión en una televisora en la que ya estuvo antes. "Disfruto muchísimo la parte de la conducción, no paró de hacer diferentes eventos. Éste es un nuevo proyecto en el que podría hacer lo que más me gusta, que es unir la psicología y la moda. Eso me permitiría realizarme completamente", nos reveló.
También tiene un blog, en el cual comparte varios tips de moda y estilo de vida: "Sigo con otros proyectos, entre ellos mi blog, que me apasiona. Estoy involucrada cada vez más de lleno en un proyecto personal. En cuanto pueda les platicaré más, pero tiene que ver con sacar lo mejor de una persona para que pueda ayudar a muchas otras. He encontrado mucha satisfacción en ayudar a la gente con autismo y así se lo he inculcado a mis hijos", dijo.
Del hotel Viceroy a Central Park
Terminamos la sesión de fotos en el hotel Viceroy y nos vamos para Central Park, otro must en su agenda. Para ella no hay nada más fascinante que caminar por esta ciudad, en la que siempre se tiene que mirar hacia arriba. “Me encanta y me sorprende ir viendo todas las novedades que van construyendo, los edificios tan altos y modernos. Es un eclecticismo tremendo entre lo viejo, lo moderno y lo nuevo. Me enloquece”, afirmó.
La plática fluye ahora hacia sus hijos, de los que nos sorprende que siga hablando, pues siempre ha sido muy celosa de cuidar los detalles privados de sus vidas. “El acuerdo que tengo con el papá de mis hijos es clarísimo. Él respeta tanto la intimidad de mis dos hijos como la mía y yo también la de él. Creo que de repente es demasiada sobreexposición, te enteras de todo sobre los demás, desde dónde desayunó, a dónde se fue de vacaciones, qué compró . . .” dijo, pues considera que con las redes sociales no solo te desconectas y te alejas, sino que te expones, y además se presta a muchas situaciones que no son claras.
Acerca de la educación de sus hijos, nos dice que ha sido todo un esfuerzo y un arte educarlos de forma adecuada, pues se requiere de mucha perseverancia: “Quiero que desde esta edad sean unos caballeros. A mí me encantan los caballeros, me parece de lo más seductor. Ya no se encuentran muchos, pero yo me propuse criar hombres, no payasos" afirma, y agrega que ella siempre se fija el reto de ser la mejor persona para ser ejemplo de sus hijos.
Sobre cómo logra crear un balance en su vida con tantos proyectos, explica que está acostumbrada a vivir bajo mucha presión.El tipo de trabajo que hace es muy estresante, porque cambia todo el tiempo. A veces llega un punto en que su cuerpo ya no puede más, al grado de que se ha llegado a enfermar. Ahí es cuando sabe que tiene que parar en seco y desconectarse por un par de días.
No se lamenta de nada de lo que ha tenido que pasar para llegar a este momento: "Puedo decir que no perdí casi nada de la infancia de mis hijos, aunque añoro esa etapa de su inocencia, que se va volando, con sus dudas y cuestionamientos. Mis hijos ya están enormes y es otro tipo de interacción. A Bruno a veces no le veo ni el polvo, pero estoy aquí para apoyarlo con todo lo que necesite para que sea la mejor persona posible. Estoy muy consciente de que todas las etapas de lavida se van volando, por eso le saco el mayor provecho al tiempo con mis hijos", explicó.
En estos momentos empieza a hacer un calor intenso y su cara lo demuestra. Nos confiesa que cuando va caminando y el clima está así, entra a las tiendas en busca de un refugio: “Así he descubierto piezas maravillosas. Evidentemente en Soho siempre hay cosas simpáticas, pero también hay otro tipo de barrios como Tribeca o Chelsea. Así vas descubriendo barrios, bares, personas, restaurantes, tiendas muy simpáticas y peculiares. Eso me fascina”, nos confesó. Además, como es muy guapa, y siempre viste increíble, constantemente la paran en la calle, en especial cuando luce piezas de su bisabuela materna. De ella heredó su pasión por la moda y le encanta lucir sus anillos, botas, cinturones y joyas.