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Varios siglos de historia recuperaron su esplendor –tras una respetuosa restauración–, en los espacios de este lujosísimo hotel poblano.
Tres antiguos edificios coloniales del barrio de San Francisco, en Puebla, además de la Capilla del Cirineo y los famosos Lavaderos de Almoloya, fueron minuciosamente restaurados para albergar al exclusivo hotel Rosewood. El espléndido barroco mexicano, la colorida Talavera, la sólida herrería y el mobiliario tradicional componen un escenario que transporta a los huéspedes en la historia, sin dejar de lado las comodidades contemporáneas.
Las 78 habitaciones del hotel, que incluyen tres lujosas suites (la Premier One Bedroom, la Briseño y la Rosewood), están divididas en diferentes categorías: la Habitación de Lujo, decorada con refinadas artesanías locales, la Habitación Puebla, con pisos y mosaicos de Talavera pintada a mano, y la Habitación Premier King, que transporta al huésped al aristocrático siglo XVIII en México.
La experiencia culinaria está a la altura del bellísimo entorno y les rinde un justo homenaje a las cocinas poblanas de antaño. El hotel cuenta con el Pasquinel Bistro, a cargo del chef Jorge González, el Café Azul Talavera, con su menú casual y relajado, el Bar Los Lavaderos, donde se sirven tapas en el restaurado Lavadero de Almoloya, y el Rooftop Bar, ideal para una copa al atardecer, con magníficas vistas de la ciudad.
Además, para los amantes de la gastronomía, el hotel tiene varias propuestas, como la posibilidad de cocinar con el chef, una excursión para visitar el mercado local y la cata guiada de vinos mexicanos o de tequilas y mezcales.
Pero si lo que se busca es la relajación y el bienestar, hay que ponerse en las manos expertas de los especialistas del Spa Sense, que invitan a un “liberador y multi sensorial viaje de serenidad ”. El hotel cuenta también con alberca y gimnasio.
Inaugurado hace apenas un año, este hotel ofrece también la posibilidad de organizar eventos especiales en sus encantadores espacios.
