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8:00 a 9:00: tierra de artistas, con unos paisajes tan inspiradores, Baie-Saint-Paul es un perfecto imán para los artistas. Se pueden recorrer sus encantadoras calles y entrar en las galerías, además de visitar su Musée d’art contemporain y los ateliers de los pintores.
9:30 a 10:30: Route des Saveurs, una probadita a la Ruta del Sabor: los amantes de los quesos se pueden dar una vuelta por Famille Migneron, pioneros en la elaboración de quesos, aunque ya incorporaron otras especialidades como los vinos. Para algo más exótico, está la granja de emus, donde venden su carne y también cosméticos.
11:00 a 12:30: Train de Charlevoix, por la franja que separa las montañas del río Saint-Laurent, corre un pequeño tren turístico que une la ciudad de Quebec con Baie-Saint-Paul y La Malbaie, ofreciendo vistas espectaculares. Es posible tomarlo en el tramo que separa estas dos últimas localidades.
13:00 a 15:00: la academia de música, un parque de esculturas al aire libre y algunas de las mejores vistas del río Saint-Laurent se concentran en los extensos jardines de Domaine Forget, donde se respira, se observa y se escucha el arte. Los domingos hay brunch musical.
16:00 a 19:00: del puerto de Baie-Sainte-Catherine salen los cruceros que hacen realidad el sueño de ver ballenas y belugas en su ambiente natural. El recorrido dura tres horas y los recuerdos, toda la vida. Te puede interesar: 24 horas en: Pilsen, la ciudad de la cerveza
19:15 a 21:00: tras la emoción por el espectáculo que brindan las ballenas, se abre el apetito y es buena idea saciarlo en el Café Chez Sam, donde cocina la dueña de casa con su esposo y, cuando terminan la faena, cantan a cappella para los felices comensales. Continúa leyendo: 24 horas en: Mykonos, el spot favorito en Grecia