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Estuvimos específicamente en Jerusalén, en el salón de eventos Olmaya, para ser testigos de su unión religiosa, para la cual Ana ya se había preparado convirtiéndose al judaísmo, religión de Omer. “Fue una decisión muy voluntaria el hacerme judía. Siempre me ha gustado el judaísmo,sustradicionesson muybonitas.Me Importa más tener la misma base, más allá de la nacionalidad, y eso te lo da la religión”, nos contó y agregó que también lo hizo para darle un mayor sentido de unidad a los hijos que dentro de un tiempo planea tener con Omer.
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Esta guapa y enamorada pareja comenzó su noviazgo en agosto de 2016 en la Ciudad de México y se comprometieron un año después. Tuvieron su primera boda hace dos meses en Puebla donde se casaron por el civil y utilizaron todos los elementos de una boda tradicional mexicana. “La decisión de tener dos bodas fue muy buena, pues vivimos al otro lado del mundo y era muy complejo para los invitados ir a Israel y viceversa”, nos contó la novia, quien fuera Miss México 2016 .
Para la boda en Israel, de donde es originario el novio, ella dejó que él y su mamá se encargaran de los detalles, mismos que al momento de celebrarse la fiesta fueron una completa sorpresa para ella, por lo cual aseguró que todo fue muy divertido.
“La primera vez que fui a Israel me enamoré de ese lugar. Y cuando decidimos hacer dos bodas, para llegar a un punto medio, vimos lugares en Tel Aviv, pero no me gustaban tanto como éste”, agregó Ana.
Para su segundo vestido de novia, eligió un diseño más conservador que el que usó en su civil, pues quiso aprovechar para lucir dos estilos totalmente distintos.
LA GRAN BODA
Los novios citaron a sus 400 invitados a las 7 de la noche en el salón, y para dar inicio a la celebración los recibieron con un cóctel, desde cuyo mirador se podía apreciar la impresionante vista a toda Ciudad Santa.
Hasta ahí llegó la familia de la novia, sus papás Javier Girault y Ana Elena Contreras (con sus respectivas parejas), así como sus hermanas Pamela y Regina. Esta era la primera vez que la familia de ella visitaba Israel. “Mis papás aman a Omer. No pueden estar más felices de que me haya casado con él. Mi papá se entiende muy bien con él y le encanta que encontré a un hombre que me quiere tanto”, nos confesó la novia.
Por parte de Omer lo acompañaron sus papás Daniella y Gabriel Cohen y sus hermanos Shahar, Rothem y Bar.
Posteriormente, en otra área del mismo lugar,se realizó la ceremonia religiosa. Primero caminaron los hermanos de ambos, posteriormente el novio con sus papás y después la novia con los suyos. Como es tradición en el judaísmo, a mitad del camino para llegara la jupá (el altar en esta religión) Omer fue por ella para entrar juntos. “Para mí la parte más emotiva fue cuando caminé a la jupá con mis papás. Es muy simbólico que a la mitad del camino tu esposo vapor ti. Me impresionó que lloré muchísimo”, nos compartió Ana.
Luego de que el novio rompió la copa, todos los invitados entraron a felicitarlos y ahí terminó la ceremonia religiosa, misma que estuvo amenizada por un cantante, y empezó la fiesta en el salón. Primero fue la cena y tiempo después ella bailó con su papá los temas “Falling in love wih you” de Elvis Presley, para después bailar con su esposo. “Lloré mucho también en mi vals. Fue un momento de muchísima conexión con Omer. Además la fiesta fue como un festival de música, todos estaban felices y fue muy divertido”, contó emocionada la también modelo.
Sin embargo, antes de que fuera el vals, todos se conmovieron hasta las lágrimas con video que la mamá de Omer hizo para contar su historia de amor, con imágenes de la pareja. Posteriormente,y aunque Ana asegura que no es la costumbre, Omer le dedicó un romántico discurso y luego, ella le correspondió igual.
El cantante Lior Narkis, quien es originario de Israel y es súper famoso ahí, fue quien se encargó de amenizar la fiesta, así como dos DJ’s.
Hubo música de todo tipo, pues mientras en algunos momentos los invitados bailaban el conocido tema del payaso de rodeo, también disfrutaron de los tradicionales temas en hebreo. “Fue muy mágico ver el choque cultural de estos dos países y vivir la experiencia de cada uno”, agregó ella.
Al terminar la fiesta dio comienzo el after en el mismo lugar, donde también hubo desde carritos de shots, mesas de postres, de frutas, etc.
“Cada boda tuvo su esencia y su magia. Pero ésta fue más divertida en otro sentido, pues aquí no sabía nada. Todo era súper sorpresa. No estaba estresada, así que la disfruté al cien y me dejé ir. Fue mi sueño”, dijo Ana.
Tanto los novios como sus invitados se quedaron en la fiesta hasta las tres de la mañana. “Omer se la pasó increíble. Estaba feliz de ver a todos sus amigos que no veía hace mucho, de estar en su país con sus tradiciones”, agregó la feliz novia.
LOS EVENTOS PREVIOS
Ana y Omer, quienes viven en la Ciudad de México y aquí fijarán su residencia al terminar su luna de miel, viajaron a Israel días antes de la boda para una serie de eventos previos a la ceremonia religiosa.
Tres días antes hubo una cena de bienvenida en casa de la familia del novio, donde su mamá contrató un catering de comida tradicional de Israel para que tanto la novia como su familia y amigos conocieran los platillos tradicionales, así como un show de belly dancers.
Al día siguiente fue la Tevilah de Ana, una tradición en el judaísmo en el que las novias se sumergen en agua y que tiene un objetivo de purificación antes de casarse. “Fue muy especial,de mis momentos favoritos”,nos compartió sobre este día. Después hubo una cena para ella y sus amigas donde una vez más la mamá de Omer se lució, pues les hizo unos globos con los nombres de cada una de las invitadas les regaló productos del mar Muerto.Al mismo tiempo, Omery sus amigos tuvieron su respectiva reunión y al cabo de unas horas ambos grupos se juntaron para seguir festejando.
“Los amo, no puedo pedir y estar más agradecida con ellos. A pesar del choque cultural somos muy parecidos, siempre me han aceptado, me han acogido y me han querido. Me aman y yo los amo. La relación es muy padre”, nos dijo ella sobre su familia política.
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Con su historia, este nuevo matrimonio nos demuestra que para elamor no existe ninguna frontera,nacionalidad o religión alguna y que, mientras que los sentimientos sean más fuertes, todo lo demás es circunstancial. Felicidades a Ana y Omer que forman además una de las parejas más guapas de nuestra ciudad.