Foto: Jaime Martín
Detrás de las múltiples facetas que tiene Max Villegas, como conductor, empresario y conferencista, está la que considera más importante:ser padre de sus dos pequeños.
Max nos recibió en su casa para presentarnos a quienes llenan su corazón: sus hijos Victoria y Olivier, producto de su relación con su esposa María de la Fuente.
“Una sensación y una emoción indescriptible que solo quienes hemos tenido esta dicha entendemos. Amor puro”, dijo Max sobre la vez en que llegó al mundo Victoria, hace siete años, que fue cuando se convirtió en padre.
El conductor televisivo recuerda que las dos veces que ledieronla noticiadequeiba aserpapáse pusonerviosoy le vinieron muchas preguntas. Sin embargo, comentó que el secreto para ser un buen padre ha sido escuchar a sus hijos. “Si le pones atención a tus niños te vas a sorprender. Me emociona mucho estar con ellos todos los días, acompañarlos a dormir, etc. Siempre aprendes algo nuevo. Al final ellos me enseñan mucho más de lo que yo puedo enseñarles”. Durante la sesión de fotos, los dos niños demostraron la cercanía que tienen con su papá, lo cómodos que se sienten acercándose a él para decirle cómo se sienten y expresarle sus ideas.
Esta relación tan cool y relajada se ha dado porque al cofundador de la sastrería Tomorrowland Tailors,que este mes destinará un porcentaje de sus ventas a Fundación Origen, le encanta compartir sus historias y que ellos a la vez compartan las suyas, de manera que puedan expresar su sentir y sus emociones por completo, sin miedo a cualquier tipo de juicios. “Los niños no tienen filtro: son auténticos y dicen lo que piensan. De repente tienes un problema, se los comentas y te salen con una solución mucho más sencilla. A veces Victoria nos dice relájense, no es tan grave o no es para tanto’”, nos contó entre risas.
Ser un papá así le ha permitido tener una relación más cercana y de complicidad con ellos. “No quiero ser solo el que regaña y el que marca la línea entre lo que está bien y lo que está mal. Mi mujer y yo hemos hecho un gran equipo, nos entendemos muy bien.Ella más Barco... Yo trato de motivarlos e inyectarles pasión por lo que hacen. Pienso que lo que vayan a hacer, lo tienen que hacer bien y entregarse”, platicó. Y es que para la familia Villegas de la Fuente su casa es un espacio en donde recargan energía y no existen las críticas.
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Las personalidades de cada uno
A Olivier,de tres años, lo describe como un niño tremendo y de un carácter más fuerte que el de su hermana.
“Los dos tienen una personalidad única y especial. No es porque yo sea su papá, pero la verdad los dos son niños muy buenos, no dan lata y son respetuosos”, nos dijo durante la sesión en la que también estuvo su mascota Laila. Por otro lado,detalló que Victoria, de siete años, es una niña con un carácter pacífico, muy cariñosa, noble y sencilla. “Si le preguntas qué quiere de regalo te dice que una casa grande con una alberca donde quepa toda la familia c o m p l e t a”, dijo Max. La pequeña, además, ha demostrado aptitudes para las expresiones artísticas: le encanta el baile y el teatro. “Lo más increíble es que cada uno tiene su propia personalidad y carácter. De repente tienen expresiones o emociones parecidas al otro, pero son únicos”, agregó como orgulloso padre.
Independientemente de cómo sea cada uno, lo más importante para Max es fomentar en sus hijos valores, como el respeto y la honestidad, los mismos con los que lo formaron sus papás cuando era pequeño: “A mí siempre me enseñaron a ser agradecido en mi casa. Es lo más importante en la vida,porque habla de la educación esa persona”, destacó.
El conductor siempre tuvo una muy buena relación con sus padres, al grado de que son sus mejores amigos, y quiere seguir su ejemplo. “Mi papá siempre tuvo mucha comunicación con sus hijos. Si algo estaba mal, primero nos escuchaba y después nos daba su opinión al respecto, sin caer en enojos y molestias. Eso genera más empatía. De él heredé ser un caballero con modales de hace 70 años, como el darle su lugar a la mujer, abrirle la puerta, jalar la silla, etc”.
De esa manera, Max educa a Victoria y a Olivier y, a la vez, los deja ser libres. Le gusta que ellos conozcan la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal, pues saben que habrá una consecuencia sin necesidad de decirles “lo haces porque soy tu papá”.
Al preguntarle sobre si le gustaría que sus niños siguieran sus pasos en el mundo del entretenimiento, recalcó que más bien le gustaría que fueran felices y siguieran su pasión. Entonces aprovechó para citar una frase de Walt Whitman, que quiere que Victoria y Olivier siempre tengan presente:“No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario”.
El conductor además admitió que lleva a sus hijos a los eventos yal set de grabación,pues quiere que entiendan y conozcan el trabajo de su papá. “Se emocionan y les da mucho orgullo verme.Lo mejor de esta vida es apoyo de la familia”, nos dijo.
Dice que aunque se ha encontrado con retos y dificultades en su papel como padre, los ha superado todos escuchándolos, entendiéndolos y conectando con ellos. “Los mejores maestros siempre serán los hijos”, destacó.
Sus hijos en la boda
En enero del año pasado,Max y María anunciaron su compromiso a través de su cuenta de Instagram: “¡No puedo parar de llorar, después de casi siete años, el amor de mi vidamepidió casarmeconéldelaforma másinesperaday romántica! ¡Por siempre juntos! Te amo, gracias por elegirme”, escribió María de la Fuente.
Así, la pareja se casó en noviembre de 2017 en una romántica ceremonia realizada en Chiapas, con todos sus seres queridos. Ahí, por supuesto, además de ellos, los grandes protagonistas el evento fueron sus dos hijos.Como pocos, tuvieron la oportunidad de ser parte de la boda de sus papás
Cuando les dieron la noticia de la boda, tanto Olivier como Victoria reaccionaron de la manera más emocionada, pues les encantó la oportunidad de ver cómo celebrarían sus papás este momento tan especial.
“Mis hijos fueron parte esencial en toda la planeación de la boda y en la toma de decisiones. Más que una boda, fue una gran celebración de toda la familia para compartir nuestro amor. Mi hija fue como la princesa protagonista del evento. La energía que se generó ahí fue algo único”, dijo. Entre risas, comentó que haberlo hecho de esta manera eliminó las presiones por las que una pareja pasa cuando se van a vivir juntos por primera vez.
Y es que Max nos confiesa como él y María se conocieron desde el 2010 y quedaron flechados desde entonces. “María (de la Fuente) y yo nos conocimos un miércoles y el siguiente martes se vino a vivir conmigo. A los cuatro meses nos embarazamos de Victoria y, un mes antes de que naciera, nos casamos por el civil”, nos dijo. La suya es una historia de amor que empezó en Durango, donde se conocieron, y por la que crearon una gran y unida familia.
“Mucha gente lo podría ver raro, como que hicimos todo al revés, pero la verdad desde que nos conocimos hemos disfrutado mucho la vida y así hemos tomado todas las decisiones, en pareja. Tenemos muchos planes, tanto de manera independiente como en familia”, agregó.
Como toda relación, la de Max y María tiene sus altas y sus bajas, pero él lo tiene muy claro: “Nunca vas a estar perfecto con los demás, pero de todo hay que aprender. Lo importante es llegar a un común acuerdo, siempre respetando la palabra del otro”.
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Educar con valores
Tanto Max como su esposa trabajan durante toda la semana, aunque tratan de estar presentes con los niños la mayor parte del tiempo. María es actriz y todos los días está en el set de grabación. Por su parte, él siempre está en su sastrería Tomorrowland Tailors o trabajando como conductor de televisión.“Siempre tratamos de buscar un punto de reunión entre todos, ya sea en la comida o en la cena con ellos”, afirmó.
Los fines de semana los dedican a sus hijos por completo: van a andar en bicicleta, salen a comer, etc. “Nos encanta ser turistas en nuestra propia ciudad, salir con el sombrero, una backpack y a conocer nuevos rincones en Coyoacán, el centro, etc”. Para Max es muy importante inculcarles a Victoria y Olivier el amor por México y constantemente habla con ellos sobre el valor de conocer bien, primero su país antes que otros lados. “De chico yo conocí nuestro país en coche y eran viajes increíbles con muchas experiencias. Todo en familia”, recordó.
Aunque tienen muchas anécdotas y lugares favoritos, Max y su familia disfrutan siempre San Cristóbal de las Casas, ya que lo consideran como su pueblo.
Para él,ser papá es la mayor alegría que un ser humano puede vivir y da gracias por la oportunidad de vivir esta experiencia. “Mi esposa y yo somos muy dedicados tanto a nuestras profesiones, como a nuestro rol de padres. A veces sucede que la gente no valora el tiempo del que dispone, pues están concentrados en otras cosas. Afortunadamente, nosotros tenemos claro que lo importante es la calidad, no la cantidad, y nos enfocamos en darle valor a eso. Cada etapa en la vida de los hijos tiene momentos muy significativos, con un sello característico. Por eso hay que disfrutarlos mucho, porque cuando menos piensas ya crecieron”, dijo.
Pero independientemente de cualquier cosa, de lo que tenga y lo que haga, para Max no existe algo equiparable en este mundo con ser papá. “Es cien por ciento lo mejor de mi vida. Conoces el significado del amor incondicional y lo compartes. Nada más fascinante que verlos a los ojos y compartir un ‘te amo’”, finalizó.