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Pocas como Carla González Vargas para entrar por la puerta grande a la industria, cada vez más grande, de las series en streaming. La suya no es cualquier producción, es la historia sobre la vida de uno de los ídolos mexicanos más grandes de todos los tiempos y quizás el más misterioso: Luis Miguel.
Realizar la serie para Netflix y finalmente estrenarla el 22 de abril ante la expectativa de miles, si no es que de millones de fanáticos y seguidores de “El Sol”, fue una aventura de la que la hija de Gaby Vargas nos cuenta en entrevista desde su casa de la Ciudad de México.
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El año pasado, en Los Ángeles, donde vive con su esposo Antonio Cué y sus hijos, Carla estaba formando su productora Gato Grande, en alianza con MGM Television, de Mark Burnett y los empresarios mexicanos Miguel Alemán Magnani y José Luis Ramírez Magnani, así como con la ayuda de su marido, cuando se presentó la oportunidad de hacer realidad esta producción.
Miguel Alemán Magnani, gran amigo de la infancia de Luis Miguel, fue la pieza clave para traer a la luz la historia del intérprete de “La incondicional”. Cuando los socios supieron que existía ese vínculo entre el ahora dueño de Interjet y Luismi, de inmediato comprendieron que tenían una gran oportunidad en frente.
Para hacerle una propuesta formal e iniciar pláticas con el cantante, Mark Burnett, presidente de MGM Television, lo invitó a cenar a su casa con Carla y todos los demás socios. Entre todos, platica la productora, de inmediato se generó un vínculo de confianza. “Luis Miguel se sintió muy cómodo con el proyecto. Desde un principio confió en su amigo Miguel Alemán y en la calidad de MGM como respaldo de la casa productora. Casi ocho cenas y varias botellas de vino después, acabamos dándole forma a la serie”, nos comparte.
Para ella, que es fan de su música, fue increíble escuchar el “sí” de Micky.
“Crecí con su música. Te vas de fiesta, te enamoras de tu primer novio, todo con su música. A nivel personal, ha sido muy padre trabajar en un proyecto cuyo contenido siento que conozco muy bien, porque en realidad forma parte de mi mundo”, agrega.
A partir de entonces, se dieron varias reuniones privadas con Luis Miguel, todas en Los Ángeles, para lograr contar su vida de la manera más fiel posible. “Nosotros ya teníamos muy bien estudiada su historia, él corroboraba lo que era verdadero y añadía información”, relata. Junto al cantante de 48 años incluso se abordaron temas como las recientes polémicas sobre las cancelaciones de sus conciertos y demandas por incumplimiento de contrato y pagos.
Hoy “El Sol” brilla más que nunca, no sólo por la serie, sino por su imagen renovada, la reanudación de sus conciertos y una actitud mucho más cercana a sus fans. Se le nota feliz y más suelto sobre los escenarios. En una presentación en el Auditorio Nacional, de la manera más tierna, le dio un beso a su sobrino Pierre, hijo de su hermano Alex Basteri y Bibi Domit, y quien se encontraba ahí con una pancarta para aplaudir el performance de su tío.
“Éste es el tipo de historias que hay que contar, son las que merecen la pena”, confiesa Carla, pues considera que la serie logrará que la gente vea aspectos de la historia de Luis Miguel que no se imaginaban y que les sorprenderán. “Es una historia entrañable, verdaderamente interesante, creo que van a descubrir cosas de él que no se esperaban. Luis Miguel dice que la serie es como un viaje al pasado. La gente podría pensar que las cosas fueron fáciles para él, pero se van a dar cuenta de que no es así”, asegura.
Los mayores retos
La labor de producción de la serie fue titánica y quienes han visto al menos el primer capítulo de ésta, lo saben. Hay tantas historias y rumores en torno a la imagen del ídolo mexicano y tanta información sobre él, que en muchas ocasiones resulta incierta.
La secuencia en ese primer capítulo, donde se puede ver a Luis Miguel como adolescente, interpretado por Diego Boneta, y minutos después como niño, por Izan Llunas, resultó para Carla todo un reto, uno del que salió muy bien librada. “Como todo se filmaba conforme a la locación, en un solo lugar ocurrían varias escenas que estaban separadas por mucho tiempo en cuestión de años. Mi labor era ubicar cómo se encontraban los personajes emocionalmente para que tuvieran el tono adecuado de su momento en la historia”, cuenta sobre el logro de sincronizar ese back and forth en la vida de Luismi.
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Otro de los retos fue lograr la ambientación de la década de los 80, cuando Luis Miguel era adolescente. “Fue toda una labor de investigación antes de empezar a filmar. Nos presentaban por personaje el look que tendría cada uno. Con otros decidíamos de antemano el estilo de la ropa. Había varias referencias visuales de los años ochenta que habíamos trabajado con anticipación, junto con la directora de vestuario Adela Cortázar”, nos explica y agrega que parte de su rol fue supervisar todos los días el vestuario, los peinados, el maquillaje, así como guiar a los escritores.
Cada objeto, desde las locaciones, los muebles, los artículos decorativos y el resto de elementos, estuvo sumamente pensado y bien elegido para transportar al televidente a la época. Hubo una gran labor de investigación. Todos los elementos para el set fueron analizados. Había que cerciorarse de que fueran adecuados para el universo que estaban creando, comenta.
“El diseñador se iba a todos los mercados y tianguis posibles para encontrar muebles de los ochenta. Para que la ropa tuviera el look de esa década tenía que ser cortada con los patrones de aquel entonces”. Explica que incluso compraron ropa de segunda mano en los mercados de pulgas.
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La serie se compone de 13 capítulos, de 50 minutos aproximadamente, mismos que se llevaron seis meses para terminarlos y ahora se transmiten todos los domingos, desde el pasado 22 de abril. Hubo unas 600 personas involucradas en la misma.
“Todos los capítulos fueron un reto. No filmábamos en continuidad, sino por locación, varios fragmentos durante el día. Hay aspectos de su niñez muy interesantes. Su pasado me parece más enigmático, pero cada episodio tiene algo especial. Sobre todo al principio, Luis Miguel se involucró mucho”, dice.
Mientras la emoción por la serie crecía también aumentaba el grado de dificultad para el equipo de producción, que comenzó a filmar sin tener los guiones terminados, lo que obligaba a que Carla se asegurara, todas las noches, de cuadrar lo grabado con las versiones finales del guión. Cada uno tuvo unas ocho versiones distintas que ella iba puliendo y revisando para que las escenas tuviera el tono adecuado de la historia y encajaran.
“Sin duda me puse en una situación que me empujaba a límites físicos y mentales. Físicamente era muy cansado; eran horas pesadísimas. Emocionalmente y mentalmente también porque había momentos muy estresantes. Sabes que lo que se filma mal se queda mal y no hay manera de arreglarlo. No hay tiempo ni presupuesto para arreglar errores”, explica.
Para Carla todo valió la pena. Seguramente este proyecto le abrirá las puertas a otros retos de la misma magnitud. Asegura que le hizo darse cuenta de la capacidad que tiene para sobrellevar los desafíos y para solucionar cada problema que se presente al momento de grabar.
“El haberme puesto en esa situación me di cuenta realmente del alcance que puedo tener. El salir de la zona de confort es importante para todos. Por otro lado, también el tener la humildad de rodearte de gente que tiene mucho más experiencia y que sabe hacer muy bien su trabajo. A mi lado tenía al productor Pablo Cruz y al director Humberto Hinojosa, ellos se volvieron pilares del proyecto”, afirma.
Aunque apenas se han lanzado dos episodios, el público ya pregunta sobre la segunda temporada. Al respecto, Carla nos confiesa que la historia está hecha para ser narrada en dos temporadas. Miguel Alemán Magnani, también productor ejecutivo, recién confirmó la segunda temporada.
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Diego Boneta y Juanpa Zurita
Buscar a los actores para la serie fue todo un desafío, nos confiesa Carla, ya que hay muchas personas con distintas nacionalidades involucradas en la serie, como de Argentina, Italia y España, mismas que trajeron a vivir a México para la filmación de sus escenas. “Encontrar al niño que interpretara a Luis Miguel fue como encontrar una aguja en un pajar, porque no solo tenía que parecerse, sino que también debía tener un instinto para poder actuar y una voz privilegiada, al igual que Diego Boneta. Tuvimos que encontrar esos factores en los tres actores. Al niño lo encontramos en Ibiza y, al adolescente en Canadá, estudiando en un internado. Le rogamos a sus papás y lo teníamos que volar desde Canadá cada vez que le tocaba grabar”, recuerda.
Con Diego, Carla platicaba mucho sobre los aspectos más íntimos del personaje de Luis Miguel. Mientras ella trabajaba en los guiones, él se fue España con un coach de actuación. La productora dice que le pasaba guiones y los comentaban entre los dos.
“En estos proyectos tan grandes tienes que permitir que la gente haga lo que sabe hacer. Yo sabía que Diego tenía que adueñarse del personaje, hacerlo como él consideraba que era la mejor forma posible y darle su propia interpretación. Y me sorprendió porque hizo un gran trabajo. Hubo momentos en que hablaba como Luis Miguel y se movía como él, aunque no estuviéramos filmando. Le tomó dos meses salirse del personaje, de lo penetrado que estaba”, agrega.
Sobre Axel, hijo de Oscar Madrazo, quien realizó la versión de niño de Alex Basteri, Carla nos contó que, aunque él había hecho el casting para el papel de Luis Miguel, decidió darle el de su hermano por su parecido y por las ganas que le dio a su audición. “Me llamó mucho la atención que era muy carismático y una de las cosas que destacan cuando haces un casting son las ganas que le metes y cuando estás dispuesto a hacer un esfuerzo extra. Y se notaba que Axel se había preparado mucho. El casting debe reflejar cuando alguien realmente quiere ese papel”, dice.
Luismi y sus amigos en el Baby’O
Una de las escena más comentadas sobre el primer capítulo (spoiler alert!) es la que grabaron en el Baby’O, cuando Luis Miguel, interpretado por Diego, presenta su famosa canción “Cuando calienta el sol”. Ahí, entre el público que se observa disfrutando del tema, es posible ver al cantante divirtiéndose. Además de él, también aparecen sus grandes amigos: Miguel Alemán Magnani y Jorge Van Rankin además de su hermano Alex Basteri, así como el actor Toño Mauri y Carla Alemán Magnani, hermana de Miguel. Ése sí que fue una verdadera vuelta al tiempo. Durante la grabación seguramente recordaron las épocas en las que iban a divertirse al antro más famoso de México.
“Cuando Miguel Alemán logró que Luis Miguel fuera al Baby’O, nosotros estábamos filmando otras escenas. Quiso llevar a muchos amigos y gente de la época que en ese entonces eran parte del círculo de Luis Miguel. Estaban felices, era un grupo muy grande y no salieron todos porque eran muchos, pero se divirtieron en grande. Eso hizo que Luis Miguel se sintiera muy contento”, cuenta Carla.
One big happy family
Tras entrar por la puerta grande de la industria del entretenimiento, lo que más valora Carla es el haberse involucrado a fondo con la gente que formó parte del proyecto, con la que llegaba a convivir 12 horas diarias y a la que ahora define como una familia.
Se siente contenta porque, al momento, los primeros dos capítulos han tenido una gran aceptación. “La respuesta de la gente es la prueba de fuego porque evidentemente en redes sociales va a dar su opinión más honesta. La verdad es que me dio mucho gusto el ver que las cosas que uno busca transmitir se entienden, pues la serie está llena de sugerencias y de sutilezas que las personas han captado muy bien. El ver la respuesta positiva nos puso felices a todo el equipo”, platica.
Para lograr esto, Carla contó con el apoyo de su esposo e hijos durante todo el tiempo de grabación. Como la familia Cué González vive en Los Ángeles, ella los iba a ver los fines de semana o a veces coincidían en la Ciudad de México. “Sin ellos no hubiera tenido los ánimos de meterme a un proyecto de este tamaño. Para mí es muy importante lo mucho que me han apoyado”, dice.
Sobre sus planes con Gato Grande, cuyo objetivo es crear contenido de calidad y con ADN latino para cambiar la temática de series como las de narcotráfico y enseñar otros aspectos de lo que es ser mexicano, nos ha confiado que ya tiene varios proyectos “cocinándose”.
Por lo pronto, nos declaramos fans de la primera serie de Carla que está rompiendo parámetros y que el propio Luis Miguel, según nos confiesa ella, se conmueve al verla.
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