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Como en las historias de ensueño, Salma Hayek y François-Henri Pinault quedaron prendados al intercambiar por primera vez sus miradas en 2006. Ella tenía 41 años cuando conoció al director general de Kering, empresa propietaria de firmas de lujo como Gucci, Yves Saint Laurent, Balenciaga y Puma.
Cupido hizo de las suyas cuando el empresario François-Henri Pinault miró a Salma, aquél 29 de abril de 2006 durante una cena de gala en Venecia a la cual ella era la invitada de honor. Se trataba de la inauguración del Palacio Grassi, que alberga la colección de arte contemporáneo de François Pinault, padre del esposo de Salma.
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Se sentaron juntos a la mesa y desde entonces quedaron prendados. El amor a primera vista era más que evidente, por lo que llamó la atención de la prensa francesa, quien no perdió detalle de sus primeras salidas y calificaron este romance como “un cuento de hadas”. Tras esa cena Pinault pidió que le consiguieran todas las películas de Salma Hayek, pues quería saberlo todo sobre la mexicana que se había robado el corazón.
Hace poco Salma Hayek reveló qué fue lo que la cautivó del magnate de la industria de la moda, y descartó rotundamente que haya sido su fortuna lo que le interesó. Salma y François-Henri Pinault comparten una pasión por el futbol y cuando se conocieron empezaron a hablar de ese deporte, que los vuelve locos a ambos. La conversación los llevó a hablar de física y eso le hizo pensar a Salma que Pinault era un hombre inteligente, gracioso y encantador.
“Entonces me di cuenta de que la persona que parecía tan lejana a mí era la pareja perfecta”.
Otro detalle que cautivó a Salma fue que Pinault es feminista, y eso desde su punto de vista es muy sexy, pues sentirse apoyada y sentir que la persona con quien comparte su vida quiera prosperar y crecer a su lado la hace muy feliz. Así fue como inició la historia de amor de Salma Hayek y François-Henri Pinault.
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Las relación que parecía muy sólida y próspera pasó por una crisis, que los llevó a romper su compromiso, anunciado once meses después de que oficializaron su noviazgo; sin embargo, como en los buenos cuentos de hadas, el amor venció a las dificultades y en septiembre de 2007 Salma Hayek dio a luz a Valentina Paloma, fruto de su gran amor.
La pareja formada por Salma Hayek y François-Henri Pinault hizo planes de boda para el 2008, sin embargo cancelaron esa celebración, pues Salma indicó que ella no pensaba en el matrimonio, pues tenía una pareja con quien quería envejecer, tenía una hija y gozaba el amor que le daba su familia.
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Las cosas no salieron bien en ese momento, pues Salma y su hija Valentina vivían en Los Ángeles y Pinault en Francia, situación que los distanció y durante un tiempo separaron sus vidas. Él se relacionó con Virginie Couperie, una jinete de caballos, con quien fue captado románticamente en un yate. Esa noticia conmocionó a muchas personas, pues parecía que la historia de amor había terminado.
No obstante después de un tiempo volvieron a reecontrarse y el amor volvió a ganar. Salma y el multimillonario lograron reconciliarse y el 14 de febrero del 2009 se casaron por el civil, desde entonces la pareja está estable y disfrutan de la vida juntos. Salma Hayek y François-Henri Pinault llevan ocho años de matrimonio y once de conocerse.
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Salma Hayek y François-Henri Pinault lograron ir contra corriente y a pesar de los obstáculos que había para consolidar su relación salieron victoriosos. Ella nunca se imaginó que podría mantener una relación con un hombre que vivía en otro país, además no quería dejar la actuación y tampoco creía en los matrimonios abiertos; sin embargo él siempre tuvo muy claro que podrían superar todas esas barreras y antes de lo imaginado Salma Hayek se mudó a París, Francia para estar al lado de su gran amor. Ahora viven felices junto a su pequeña Valentina Paloma, de 10 años de edad, en una familia que goza del glamour de una vida de lujo, que Salma jamás imaginó para ella.
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