Los cuatro hijos de Carlos Sacal coinciden en que disfrutan mucho viajar con su papá, pues con él siempre se viven “experiencias divertidas”. (Fotos: Héptor Arjona)
Carlos Sacal dice que para él ser padre “es la bendición más maravillosa que Dios le ha dado al hombre, pues te da la oportunidad de trascender a través de la familia. Te das cuenta que el dar te hace sentir realmente humano”. Nos comenta también que disfrutó todas las etapas de sus hijos, desde que eran bebés hasta ahora, que son adultos, pues en cada una de ellas, sus cuatro varones lo sorprendieron de formas distintas.
Alberto, Salomón, Moisés y Gabriel Sacal tienen una personalidad muy particular y en cada uno de ellos su padre ve cosas distintas, pero también logra ver -con felicidad- algunos rasgos que le recuerdan su juventud.
Carlos Sacal se considera una persona educada a la antigua, pues para él, los valores y el respeto son principios fundamentales para una buena educación, “en donde hay que enseñar los límites, pero sin olvidar que siempre hay que ser cariñosos y brindar mucho amor”.
En entrevista, Moisés Sacal, el tercero de sus hijos, nos dice: “Mi papá nos ha enseñado la importancia de la educación y el trabajo; sobre lo importante que es dejar un legado para que nuestros hijos tengan un futuro lleno de alegrías. Es un hombre de mucho éxito, todos los días aprendo algo de él”.
Los cuatro hijos coinciden en que disfrutan mucho viajar con Carlos, pues con él siempre se viven “experiencias divertidas”; no importa si van en busca de la aventura o de la cultura: “Tengo muy marcado los viajes que hemos hecho porque hemos podido vivir cosas únicas”, nos dice Alberto.
La mayor alegría de Carlos es ver que todos sus hijos se han realizado y son felices: “He formado hombres de bien que se preocupan por su país, por su familia y por su entorno. Eso me da mucha satisfacción y felicidad. Además les ha fomentado la idea de ayudarse entre hermanos”.
Gabriel, su hijo más pequeño, está seguro del vínculo de amor y el compromiso paternal de Carlos: “Sabemos que él siempre nos ayudará a buscar el camino correcto”. Durante la charla, estos hombres a los que vio dar sus primeros pasos y decir sus primeras palabras, se muestran orgullosos de su papá, demuestran su admiración con palabras y afecto. Agregan que les enseñó a trabajar y a respetar su trabajo. “Siempre busca superarse y sacar lo mejor de sí mismo, pero, aun más importante, busca sacar lo mejor de sus hijos. Siempre nos recuerda que si queremos algo, tenemos que hacer todo para conseguirlo, porque nadie nos lo va a dar gratis”, explica Gabriel.
Alberto, el mayor, considera que su papá les ha enseñado a ser honrados, buenos y con valores. “Él y yo trabajamos juntos y nos llevamos súper bien, algo que no es tan sencillo en las relaciones de trabajo en donde te tienes que ver todos los días. Tenemos una relación de mucho respeto y siempre podemos externar nuestros puntos de vista”, relata.
Pero hay otra dicha de la misma magnitud en la vida de Carlos: ser abuelo. “Los nietos son un gran regalo de Dios. Disfruto mucho cuando vienen a hablar conmigo y se sienten seguros. Ya no es la misma responsabilidad de cuando eres papá y es muy satisfactorio”.