Gente con clase| 18/05/2017 |06:00 |Ricardo Quiroga | Actualizada
05/03/2020 11:42

Tres mexicanos de la comunidad judía se han unido para crear un trabajo cinematográfico que busca transmitir los valores de paz y tolerancia. Esther y Aarón Cohen son una matrimonio de cineastas dedicado a difundir con éxito la memoria de la comunidad, a través de testimonios de resiliencia y superación. Mientras que la doctora, mamá de Sharon Fastlicht —quien es esposa de Emilio Azcárraga—, se ha involucrado en proyectos de altruismo de todos tipos: desde cinematográficos, hasta la creación de centros de ayuda para víctimas de violencia. Ellos son creadores del documental “Paraíso en Auschwitz”, una cinta que ha trascendido las fronteras y que desde su estreno ha sido bien aceptado en México y otras partes del mundo, como en el Festival Internacional de Cine Judío de Toronto, donde fue elegida como una de las mejores siete cintas del certamen. Esta investigación, en muchos aspectos inédita, que les tomó cerca de 10 años realizar, da a conocer una historia de amor y fortaleza ante la adversidad en un periodo específico dentro de la Segunda Guerra Mundial.

Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine
Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine

Tras la Marcha por la Vida —que personas de la comunidad judía en todo el mundo llevan a cabo, año con año, a lo largo de los tres kilómetros que separan a Auschwitz de Birkenau—, los Cohen y Stephanie Kurian de Fastlicht nos cuentan la historia de cómo se realizó este trabajo fílmico lleno de momentos conmovedores y coinciden en que sus caminos estaban destinados a encontrarse y aportar cada uno lo esencial para alcanzar el poco frecuente éxito del cine documental.

Todo comenzó a partir de la inquietud del director Aarón Cohen y la productora Esther Cohen por recabar y difundir, a través de pequeños proyectos de documentación fílmica, historias de sobrevivientes del Holocausto. Incluso, algunos de sus trabajos se han exhibido en el Museo Memoria y Tolerancia, en la Ciudad de México. El interés por el tema, dice Esther, se debe a “que es parte de nuestra historia y, como no lo sufrimos en carne propia —ellos son judíos sefaradíes—, podemos abstraernos un poco y podemos levantar la voz”. Por su parte, Stephanie, descendiente de judíos ashkenazíes, muchos de ellos, afectados directamente por los estragos del conflicto bélico del siglo XX, se ha involucrado en el tema de maneras diferentes.

Una historia para recuperar

Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine
Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine

Aarón y Esther se enamoraron del proyecto cuando platicaron con su amigo Bedrich Steiner, un polaco sobreviviente en Birkenau que emigró a México en 1968. Él les contó su propia historia, una muy particular, que nunca antes habían escuchado de algún sobreviviente.

Lo primero que les sorprendió de este testimonio fue que Steiner tenía dulces recuerdos de su estancia en el campo de concentración. Pero, ¿cómo era esto posible, dado que las condiciones allí eran remotamente buenas para los miembros de la comunidad judía? “Él nos decía que fue muy afortunado porque nunca lo separaron de sus papás”, cuenta Esther; que vivió en un campo familiar en el que los niños podían conservar sus ropas de civiles y vivir con sus mamás; en el que practicaban deporte y tomaban clases de música, literatura, filosofía, geografía e historia. Las reglas ahí eran distintas.

Aarón complementa que “esa fue la razón por la que nos metimos a investigar”, y no tardaron en hallar pruebas al respecto. Querían escuchar a otros sobrevivientes que habían estado en ese campo familiar y saber el porqué de ese, hasta entonces, lugar de convivencia más humano entre la tragedia de los campos de concentración. Fue así que pudieron rastrear a 13 sobrevivientes que fueron niños durante la Segunda Guerra Mundial y habitaron ese lugar del que Steiner les contó.

Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine
Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine

El director cuenta que desde los primeros pasos de la investigación, “fue una historia bendecida, porque cada vez que tocábamos una puerta, esta puerta se abría”. Y la puerta que les hizo posible viajar a Europa a entrevistarse con los llamados “Birkenau boys” también se abrió casi inmediatamente. “La primera persona a la que le venimos a platicar sobre el proyecto fue Stephanie. Y en cuanto le platicamos, ella decidió unirse a nosotros porque la causa valía la pena”.

Stephanie recuerda que “lo curioso es que habíamos estado juntos en las Marchas por la Vida. Fui a la misma marcha a la que fue Bedrich, cuando lo invitaron como sobreviviente en 2008”, en el mismo año en que los Cohen estaban documentando la marcha. La esposa de Marcos Fastlicht conoció a Bedrich antes del año 2000, cuando era coordinadora en México del Proyecto Spielberg, cuya misión era recopilar para la memoria de la humanidad, la mayor cantidad de testimonios en todo el mundo. De alguna manera, desde entonces estaban vinculados y destinados a trabajar juntos en este proyecto.

Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine
Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine

El héroe de nombre Fredy Hirsch

Iban a mitad de la investigación cuando los realizadores se toparon con un nombre que cambió el rumbo de su trabajo. A pesar de que los 13 sobrevivientes fueron entrevistados en tiempos y países distintos —desde Estados Unidos, hasta Israel y República Checa—, todos coincidían en lo afortunados que fueron por habitar ese campo familiar donde ningún pequeño fue lastimado; mucho de esto, gracias al cuidado de un joven llamado Fredy Hirsch, un apuesto judío-alemán que les enseñó a mantenerse limpios, ejercitados y a recibir educación a pesar de la incertidumbre.

Y entonces Fredy se convirtió en el eje central de la historia. Los Cohen averiguaron que, como un líder nato y con buenas relaciones con los alemanes, Hirsch logró hacer del campo a su cargo un espacio que era como una burbuja ajena al exterminio dentro de Birkenau, con murales sobre cuentos fantásticos, torneos deportivos y clases que impartían los propios prisioneros, muchos de ellos, destacados profesores, artistas y músicos.

Los propios entrevistados veían a Fredy como un ejemplo a seguir, un joven al que admirar y que inspiraba toda su confianza. “Los sobrevivientes que contaban su historia volvían a ser niños cuando se acordaban de ese entonces. El señor Bedrich Steiner mismo nos dijo que la mejor época que tuvo fue cuando estuvo en el campo familiar”, dice Esther. Y Stephanie agrega que “Fredy fue instrumental para decirle a los niños que se tenían que bañar y tenían que hacer ejercicio. Porque la educación era como un paliativo para mantenerse unidos y con esperanza”.

Los realizadores tenían en sus manos un material documental olvidado que daba cuenta de cómo la fortaleza de este joven alemán fue fundamental para mantener el ánimo de los niños que, después de la guerra, se convirtieron en destacados arquitectos, directores, caricaturistas, pintores, escritores, músicos, ingenieros.

Entonces, una vez que todo el material estaba reunido, entró al juego Sabina Berman. Los entrevistados la buscaron para colaborar con el guión. Cuentan que cuando le mostraron el material, la escritora y periodista simplemente les dijo que no necesitaban un guión, que los propios testimonios de los sobrevivientes contaban la historia de la mejor manera. “Ella solamente nos escribió un texto introductorio y, como dramaturga, nos armó toda la estructura dramática, en tiempos y momentos, de cómo ir presentando los testimonios”. De esta manera, tras un arduo trabajo de edición de las tantas horas de entrevistas y material audiovisual, el documental quedó terminado. “Fue una gran ayuda tener a Sabina en el documental”, afirma Aarón.

Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine
Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine

Éxito en las salas

La cinta se estrenó en Praga, República Checa. Ahí muchos jóvenes agradecieron a los realizadores por recuperar parte de su propia historia que había estado olvidada por más de 70 años y que también es parte fundamental de la memoria de la comunidad judía en Europa.

Hace unos meses, la cinta se proyectó en la Cineteca Nacional durante un mes, aproximadamente. En ese tiempo de exhibición con llenos totales, lograron convocar a poco más de seis mil personas. Aarón recuerda que el director de la Cineteca, Nelson Carro, les dijo: “ustedes son un fenómeno. La gente no ve documentales y éste llenó la sala”. Además se ha presentado en tres ocasiones distintas en el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México. Ahí, cuenta Esther, “la sala se llenó tanto, que mucha gente se quedó fuera y quisimos realizar otra presentación más a la semana siguiente”.

Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine
Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine

Mensaje de paz

“Mucha gente se sorprende de que el filme se llame 'Paraíso en Auschwitz'. Es un nombre muy paradójico. Muchos lo critican. Pero, una vez que lo ven, se justifica que en ese lugar, en un solo momento, pudo haber este tipo de 'paraíso'”, argumenta Stephanie.

Los realizadores sostienen que si bien el documental es un aporte valiosísimo para la comunidad judía, lo es en igual medida para el público en general, ya que, dice Aarón Cohen, “es actual porque le dices a la gente que lo que está pasando en el mundo. Y también porque confirma que la educación, el arte, la cultura y la enseñanza son el mejor camino para salir adelante”. Los tres coinciden que “una de nuestras misiones y de los hijos de los sobrevivientes es seguir manteniendo nuestra memoria”.

Aarón cuenta que presentarán la cinta en la ciudad norteamericana de Princeton, donde “hay gente de todo el mundo y, con toda la situación en Estados Unidos, este documental le cae como anillo al dedo para hablar de la tolerancia entre ellos mismos”. Identifica en su trabajo el valor de la empatía, “de la ayuda entre los muchachos, de cómo se ayudaban para salir adelante”.

La cinta, coinciden los realizadores, aborda temas tan actuales y comunes como el bullying. Esther destaca que en Auschwitz “se prestaba mucho al bullying y Fredy les enseñó que por ahí no era el camino, sino que solamente cooperando y estando juntos iban a sobrevivir a tal catástrofe”. Stephanie añade en que el filme es una invitación a la empatía, “a ponerte en los zapatos del otro”.

“Paraíso en Auschwitz” no ha dejado de viajar por el mundo. Sus realizadores se preparan para llevarlo a Australia, donde se proyectará en seis ciudades. También planean exhibirlo en Israel y además quieren subirlo a los servicios de televisión streaming. Todo esto, con el objetivo de continuar y ampliar la ruta de este mensaje universal de esperanza gestado en México.

Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine
Los Cohen y la doctora Stephanie Kurian de Fastlicht juntos por el cine