Gente con clase| 11/05/2017 |05:00 |Texto: Ana Laura Sánchez Díaz Monge / Fotos: Emma Lozano | Actualizada
05/03/2020 11:42

Se define como “un bato raro y un poco incómodo” en el blog de su proyecto de promotoría, valuación y plataforma de difusión de arte llamada UNO61. Asegura que es la 'oveja negra' de la familia, pues está alejado de la economía y la política, lo suyo es el arte. Esta es la primera entrevista -en 29 años- que concede a un medio de comunicación sin embargo, su vida ha estado expuesta al ojo público desde que tenía seis años cuando su padre, Ernesto Zedillo, fue electo presidente de nuestro país.

Nuestro encuentro se llevó a cabo en el showroom de UNO61, allí rodeado del arte que él mismo promueve y del que se siente orgulloso de impulsar, pudimos conocer a un Rodrigo profundo, bohemio y dedicado a la misión de promover a artistas emergentes. Durante la entrevista dejó de lado su timidez o “ansiedad social” -como él mismo nos dijo- para dejarnos conocer su pasión y por llegar a cada rincón de nuestro país con una firme convicción; la de sensibilizar a propios y extraños frente a las creaciones de diferentes artistas.

Rodrigo estuvo entusiasta aunque nervioso, no le gusta ahondar en el tema de su estadía en Los Pinos, pero sabe que es inevitable hablar del tema y comenta: “mis padres me mantuvieron muy a margen de todo eso, hicieron bien yo estaba muy chiquito”, dice con naturalidad.

Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”
Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”

Conforme la charla fue avanzando, Rodrigo se relajó y mostró más de su personalidad, de la cual se siente orgulloso asegura que no tiene miedo de romper estereotipos, no se considera el típico “hijo de” por el contrario, eligió una profesión distinta a sus padres Ernesto Zedillo y Nilda Patricia Velasco (ambos economistas) quienes lo apoyaron en su búsqueda y camino, seguros de que Rodrigo alcanzaría sus metas, hoy nos presenta una de ellas UNO61.

Durante la sesión fotográfica platicamos un poco de todo, nos habló de los cuadros que adornan las paredes del loft, nos dijo que está viendo Black Mirror en Netflix y al saber que -quien escribe- es originaria de Mexicali (tierra a la que su padre llegó a los tres años de edad) recordó lo seguido que visitaba tierras cachanillas cuando era niño.

Su padre fue el presidente número 59 de México, cuyo sexenio fue de 1994 al 2000. Al terminar su gestión él junto con su familia empacaron maletas y se fueron a Connecticut, Estados Unidos, donde se instalaron y siguen radicando hasta ahora. Rodrigo volvió a México hace unos cuatro años para trabajar en sus propios proyectos pero mantiene una relación cercana con sus padres y entre la plática comenta que a esta vida venimos no solo a cuestionarnos su significado sino a contribuir a ella, mientras toma una caja similar a un libro cuyo título es “The meaning of life”. Aquí la entrevista con Rodrigo acerca de las cosas que le dan significado a su vida.

Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”
Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”

¿De qué se trata Uno61?

Es una plataforma de vinculación artística que se divide en tres pilares: el primero, es correduría de arte en la que realizamos exposiciones, eventos y promovemos a los artistas; la segunda, llega porque mi socio es actuario y se dedica a valuar arte, así que hacemos valuaciones y consultorías; el tercero, es Plexus nuestra revista digital donde tenemos a curadores, estudiantes de arte y artistas escribiendo, ahí hacemos reseñas y artículos. No somos una galería, somos una plataforma donde apoyamos a artistas emergentes y ya establecidos.

¿Por qué decidiste inclinarte al mundo del arte?

Me gustó desde muy chiquito, pero empecé con la música, estudie música en high school, tocaba la guitarra, tocaba jazz, luego me fui a Nueva York, quería estudiar cine pero me aceptaron en una escuela de escritores, ahí estudié literatura y teatro, pensé: “Quiero hacer cine, tengo que saber de actuación”. De ahí, me fui a trabajar de bar tender a una mezcalería y ahí fue mi primer encuentro con el arte porque el dueño del lugar era Guillermo Olguín, originario de Oaxaca. Él fue el primero que me acercó al arte y ahí empezó mi interés. Después me regresé a México, trabajaba en otras cosas, empecé a armar exposiciones de amigos artistas y de repente conocí a Oscar de las Flores, sus pinturas me llamaron muchísimo la atención, me di cuenta que no lo conocían mucho y empecé promoviéndolo, como art dealer, gracias a él conocí a mi socio, que ya había iniciado con UNO61, y yo me le sumé al proyecto con muchas ideas y lo hicimos crecer juntos.

¿Cuáles son los obstáculos con los que te has topado en este proyecto?

Como somos dos personas en el, todo lo hemos hecho nosotros, a veces el obstáculo se encuentra en el dinero, y para las exposiciones no tenemos un espacio como galería, tenemos un showroom pequeño, rentamos lugares para las expos. Yo quisiera que hubiera más personas y asociaciones que apoyaran este tipo de proyectos independientes, el mundo del arte a veces suele ser muy elitista y solo se apoya a ciertas galerías o proyectos. Nosotros también escribimos artículos sobre otros proyectos independientes, nos apoyamos entre todos.

Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”
Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”

¿Hasta ahora, cuáles han sido las satisfacciones más importantes que has tenido?

Siento que entre más arriesgados hemos sido como promotores de cultura, mejor nos ha ido. La última exposición que hicimos fue la primera con un curador y fue la más arriesgada, porque nosotros no la curamos, no nos metimos en esa parte, mi socio y yo veíamos las piezas y dudábamos pero dijimos: “hay que hacerlo”, así que pusimos nuestro dinero porque pienso que así como los artistas tienen oportunidades de ser arriesgados en su arte, nosotros como promotores también deberíamos serlo y por eso nos fue muy bien, dije “sin miedo” y me dejó una gran satisfacción esta experiencia.

¿Cómo impulsas al talento emergente?

Nuestro artista más joven es Alejandro Escobar a quien le hicimos un catálogo, él tiene 18 años, pero empezamos cuándo tenía 16 y como ya trabajamos con artistas establecidos ayuda mucho hacer una exposición colectiva, para incluir a talentos emergentes, así ya le das valor y empiezas a seguir su carrera, les escribimos artículos, hacemos videos, entre otras cosas.

En lo que haces, ¿qué es lo que te parece más interesante?

Personalmente creo que el arte es necesario en todas las sociedades para tener un buen tejido social, y esa es la visión de UNO61, nuestra creencia es que el arte hace mejores sociedades, nos hace ser más curiosos, hacernos preguntas, leer más, son muchas cosas en el arte que encuentro benéficas y que considero se deben difundir para que tengamos una evolución.

¿Qué está pasando en la escena del arte actualmente en el mundo?

Es difícil porque el mercado del arte es complicado, a veces me pregunto: ¿Por qué esa pieza vale eso? ¿quién lo decidió? Siempre hay galerías o casas de subastas, son muchos los factores que definen lo cara que puede ser una pieza entonces, el merc ado del arte siento que puede estar hasta corrupto, pero también está el lado donde existen estos proyectos independientes. En México hay muchísimo talento y siento que nos deberíamos enfocar más en todo esto que hay, vamos en muy buen camino respecto al arte, pero en general vivimos épocas tan obscuras que este es el momento ideal para los artistas porque pueden crear arte a partir de los que vivimos, ya sea expresando los problemas que tenemos o también distraernos y ayudarnos a que nos demos cuenta de lo bonito que es vivir y lo bueno que puede salir de una sociedad.

Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”
Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”

¿Cuáles son los artistas y corrientes en tendencia?

Nosotros promovemos todo tipo de arte, en esta última exposición nos inclinamos por una corriente más conceptual, lo que yo he aprendido es que en este mundo, es que tienes que promover todas las corrientes, no te puedes quedar con un solo tipo, pero hay galerías que si lo hacen, hay un término en Oaxaca que es: “se guelaguetzifican” –refiriéndose a la Guelaguetza- en la que todo parece lo mismo, el chiste es encontrar un balance y tener tu esencia y voz, ese es el tipo de artistas que buscamos.

¿A qué artista debemos conocer?

Oscar de las Flores, Bayrol Jiménez, Luis Hampshire, Alejandro Escobar y Pablo Kotama.

¿Cuáles son tus próximos proyectos en este ámbito?

Hacer más exposiciones, estamos trabajando en un proyecto que se llama Atrincherados, un programa de mesas redondas donde vamos a platicar de arte, habrá artistas, curadores y mi socio y yo vamos a ser moderadores, porque siento que en estos tiempos la gente nada más opina y no escucha y tengo un gran interés en tener mesas redondas con gente interesante para escucharlos. Yo espero hacer de todos temas desde arte, urbanización, problemas sociales y llegar a sentar a 'todólogos' y ponernos a platicar que la gente vea esas mesas redondas y sean educativas.

Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”
Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”

¿México necesita más arte?

No sé si necesita más arte porque hay muchísimos artistas, más bien necesitamos más apoyo en el arte, que el gobierno también apoye este tipo de iniciativas y espacios independientes, porque el arte es importantísimo en una sociedad.

Háblanos un poco de ti ¿cómo te describes y cuál es el momento que vives actualmente?

Soy una persona muy tímida, a veces solitaria, distraída y un poco loco.

¿Qué te dijeron en tu casa cuando les dijiste te dedicarías al arte?

Mis papás siempre me han apoyado mucho en todo, la llevo muy bien con ellos y mis hermanos pero soy el único artista de la familia, la oveja negra (dice entre risas).

¿Tienes un libro favorito?

Esa es una pregunta dificilísima, es como contestar cuál es mi película favorita, pero lo último que leí fue “Partículas Elementales” de Michel Houellebecq y “Hambre” de Knut Hamsun y fueron libros un tanto depresivos y confusos, pero muy interesantes.

Durante la época de tu papá como presidente ¿qué fue lo mejor y lo más difícil para ti?

No lo procesaba muy bien fue de los seis a los 12 años, no me gusta hablar mucho de eso, porque estaba muy chico.

Cuéntanos del mejor consejo que te han dado

Tomar riesgos, salirte de tu zona de confort, arriesgarte en tus proyectos y confiar en ti.

¿Cómo te visualizas en 10 años?

Espero seguir haciendo esto, haber hecho crecer más la plataforma y que más gente escriba para ella. Haber fomentado más el interés de las personas en el arte, que más artistas se hayan acercado a nosotros y que cada proyecto sea cada vez más grande y, con la revista digital Plexus planeamos llegar a ser un referente de arte y cultura importante en México.

Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”
Rodrigo Zedillo, hijo del ex presidente Ernesto Zedillo, “la oveja negra”

¿Cuáles son tus hobbies?

La música, antes era músico y hace poco la retomé, este año le voy a meter más a la música y en Plexus también empezaré a escribir sobre bandas de música.

¿Cuál es tu mejor virtud y tu peor defecto?

¿Virtudes? no tengo idea si tengo alguna, pero defectos tengo bastantes (ríe).

Rodrigo en el final de la entrevista comenta que no puede opinar de política ya que no cuenta con un título para ello, sin embargo, no hay duda de su elocuencia e interés en su país, en las causas sociales y el arte, “admiro a todos los artistas con los que trabajo, a mis padres y a cualquier ser humano que haya luchado o que haya sido parte de algún movimiento a favor de la igualdad de los derechos humanos”. Él tiene claro que quiere llegar alto en el ámbito de su proyecto UNO61. Así, el menor de los cinco hermanos de la familia Zedillo Velasco, prefiere hacer énfasis en su presente más que en su infancia en la casa presidencial aunque reitera: “Mis papás son economistas pero también son muy intelectuales, les gusta el arte y los dos me han inculcado eso por igual”. Encontró su vocación en la Gran Manzana, en una mezcalería, se sigue inspirando en las diversas corrientes artísticas, confiesa que el efecto que puede traer un museo a una sociedad le atrae mucho y eso le da un gran sentido a su vida.