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¿Te habías preguntado por qué La La Land fue tan exitosa para el público joven? He escuchado decir a más de una persona lo interesante que le resulta el eje temático de esta película, la cual aunque no lo creas es millennial hasta el tuétano. La nueva propuesta de musical hollywoodense escrita por Damien Chazelle ha hecho mella en generaciones jóvenes porque el tema son los sueños.
Nos han dicho que debemos buscar eso que nos hace felices, hacerlo sin precedente, sin ataduras con absoluta libertad. Los millennials están siempre en busca de alcanzar sus objetivos, lo profesional se ha convertido en prioridad y lo que Ryan Gosling y Emma Stone viven en la película son las circunstancias clásicas por las cuales las personas de otras generaciones abandonaron sus sueños y se entregaron al destino.
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Y en esta afrenta, volver al camino tendría que costar algo igualmente de valioso como en la historia de Mía y Sebastian quienes viven un amor intenso, rápido pero duradero, que los impulsa a aprender del otro y de sí mismos para seguir con la pasión que mueve sus corazones.
La historia de estos personajes hizo que nuestro corazón pendiera de un hilo y que mientras veíamos en la pantalla las peripecias del éxito pensamos al mismo tiempo en nuestros propios sueños, ¿cuántas veces el amor se ha interpuesto entre tus objetivos? La balanza fue clara y certera, ¿o los sueños o el amor? Y adivinen qué, los millennials elegimos siempre el éxito.