Más Información
Envueltos en el escándalo, los duques de Palma son hoy la pareja más polémica de España pero hace casi 20 años cuando contrajeron matrimonio en Barcelona no eran más que un par de enamorados, aquí te contamos su historia de amor.
Foto: AP
Romance olímpico
Convencida de la inocencia de su marido, se asegura que la infanta Cristina está dispuesta a desvincularse de todos los derechos y privilegios, así como de su posición “real” para mostrar su apoyo público a Iñaki Urdangarin y evitar el divorcio que la Casa Real le ha aconsejado para apartarse completamente de la imputación de su marido. La renuncia sería tanto para ella como para sus cuatro hijos, convirtiéndose todos ellos en ciudadanos de a pie.
Desde que se hicieron públicas las imputaciones en contra del marido de la infanta, ésta se ha mantenido a su lado, al pie del cañón, y es que el amor que le tiene a su marido es sólido desde el momento en que cruzaron miradas; ya han pasado muchos años desde que la hija de los reyes de España se enamoró locamente por aquel jugador de balonmano vasco que conoció en Atlanta durante los Juegos Olímpicos de 1996. Te puede interesar: Los integrantes de la realeza más escandalosos
Foto: EFE
La relación era un secreto a voces en España, aunque ignorada por muchos como Carmen Carni, la que se presumía aún era novia de Iñaki. El compromiso se anunció el 3 de mayo de 1997, se dice que el romance olímpico de Iñaki y Cristina ocurrió muy rápido, el flechazo se dio cuando la infanta y su madre la reina Sofía visitaron la Villa Olímpica en Atlanta durante la celebración de los Juegos Olímpicos todo para compartir con los deportistas españoles, ahí el seleccionado del FC Barcelona captó su atención, posteriormente se vieron para cenar entre amigos.
Foto: AP
De regreso en Barcelona, donde ambos vivieron un noviazgo muy privado, unos aseguraban que al rey Juan Carlos no le hacía gracia el noviazgo de Cristina con un plebeyo, pero al final aceptó no solo el noviazgo sino también el que se formalizara la relación; la pedida de mano se dio en el Palacio de la Zarzuela, donde la infanta mostró su sencillo anillo de compromiso.
Foto: AP
Una familia real catalana
La boda se llevó a cabo cinco meses después, fue todo un acontecimiento. Barcelona fue la ciudad elegida para la ceremonia. El 4 de octubre de 1997, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina se casaron ante cientos de invitados en la Monumental Catedral de Barcelona, un templo gótico con más de 700 años de historia en el que se dieron cita las más altas autoridades del Estado y 300 representantes de casas reales de todo el mundo, salvo contadas excepciones. El acontecimiento reunió en una Ciudad Condal adornada para la ocasión a más de 1.500 invitados.
La ceremonia fue oficiada por el Cardenal Ricard María Carles. El banquete nupcial se dio en el Palacio de Pedralbes. Tras la ceremonia la infanta dejó su ramo de novia en la Basílica de la Merced. La novia lucía una creación de Lorenzo Caprile, llevaba además la mantilla de su abuela Doña María, la condesa de Barcelona, los aretes de la reina Victoria Eugenia de Battemberg y la tiara que perteneciera a la infanta María Luisa de Borbón, todo un acontecimiento sin precedentes, el rey les otorgó el título de duques de Palma de Mallorca.
Foto: AP
El ya matrimonio Urdangarin de Borbón se estableció en Barcelona, la ciudad en la que ya residían y donde vivieron secretamente su amor, ambos siguieron con sus respectivas carreras; mientras él continuó jugando para el FC Barcelona, la infanta Cristina siguió desempeñando su labor en la Fundación La Caixa, donde trabajaba desde 1993, un año después de trasladarse a la capital catalana; aunque en 1998 cambió su función de la entidad y se convirtió en coordinadora de programas de cooperación internacional para el Tercer Mundo.
A partir de ahí todo fue felicidad para la pareja, el 29 de septiembre de 1999, la infanta dio a luz a su primer hijo, Juan Valentín, sólo un año después llegaría Pablo Nicolás, nacido el 6 de diciembre de 2000; precisamente el año en que Iñaki se retiraba del deporte. Dos años después, el 30 de abril de 2002 nació Miguel y el 5 de junio de 2005, Irene; el último hijo de la pareja y la tan ansiada niña.
Foto: AP
Tras el divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar en 2007, el ex futbolista vasco se convirtió en algo así como “el yerno consentido” del rey, y la realidad es que siempre lo fue, al rey jamás le parecieron las poses de “gran señor” que Jaime manejaba y mucho menos sus gusto por el buen vestir y departir con personajes como Nati Abascal; así que don Juanito sucumbió a los encantos y sencillez de Iñaki; la verdad es que Cristina e Iñaki eran la imagen del amor, siempre unidos, siempre enamorados.
Foto: EFE
¿Infanta o esposa?
Aunque su vida experimentó un cambio cuando Iñaki Urdangarin abandonó el deporte e ingresó en ESADE, donde obtuvo dos maestrías en Formación e Intervención de Empresas y en Administración de Empresas, posteriormente entró al Comité Olímpico Español, donde no duró mucho tiempo. Más tarde apareció en su vida Diego Torres, profesor de ESADE que lo introdujó en el Instituto Nóos, una decisión que lo marcó para siempre.
Foto: EFE
Los negocios del duque de Palma fueron muy bien a partir de entonces, tanto que la familia cambió su antigua casa por una residencia en la calle d' Elisenda Pinós, en el lujoso barrio de Pedralbes, vivienda que reformó para transformarla en una casa de ensueño en la que vivieron hasta que en 2009 los Urdangarin se trasladaron a Washington por motivos laborales del duque de Palma. Tras haber trabajado como consejero de Telefónica Internacional en Barcelona fue enviado a la capital de Estados Unidos como consejero de la compañía para Latinoamérica y Estados Unidos.
Cristina demostró su apoyo incondicional al dejar su vida en la ciudad en la que llevaba viviendo 17 años para instalarse en Estados Unidos, desde donde siguió cumpliendo con sus deberes como infanta de España y regresando a su país con relativa frecuencia, tanto por motivos laborales como personales, los duques siguieron pasando la Navidad en la Zarzuela y en Vitoria con los Urdangarin y los veranos en Mallorca con la Familia Real. Te puede interesar: Famosas que casi lo pierden todo por un hombre
Foto: REUTERS
Sin embargo, el exilio dorado terminó cuando estalló el “Caso Palma Arena”, una investigación que no tardó en salpicar al duque de Palma por sus negocios en el Instituto Nóos y que le llevó a ser apartado de Casa Real y a ser condenado junto a la infanta Cristina, que desde el primer momento apoyó a su marido y de ese modo unió su suerte a la de Iñaki. La hija del rey ha sido la gran aliada de su marido a lo largo de estos últimos años, e incluso desafió por ello a la familia real y fracturó su relación con el que fuera su mejor amigo y confidente, su hermano el rey Felipe.