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El primer piso de la funeraria del Panteón Francés rebosaba de arreglos florales. La escalera doble que conduce a la estancia con media docena de salas advertía sobre la abundancia de flores blancas y cintillas que instituciones, empresarios, políticos y artistas hicieron llegar hasta el recinto de San Joaquín, donde velaron los restos de Rafael Tovar y de Teresa, quien falleció el pasado sábado.
Entre las decenas de misivas que ocupaban todos los espacios estaban las del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, de Josefina Vázquez Mota, del escritor Pablo Raphael, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de Consuelo Sáizar, ex presidenta del Conaculta; del IMCINE, de los canales Once y 22, del INAH y de la UNAM; además de los gobiernos de Guerrero, Jalisco y Coahuila. Llegaron también las coronas que envió el Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, para honrar a quien, a decir del entristecido secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, “era el más importante gestor cultural de los últimos 40 años” y con quien, aseguró, cultivó una profunda amistad en los años que ambos compartieron proyectos de gestión.
Miguel Alemán Velasco destacó que la Secretaría de Cultura “estuvo en manos del hombre más adecuado” por la rica noción sobre cómo debía de gestionarse la creación del organismo y encargó, a quien asuma las riendas de este organismo, que sepa dar seguimiento a la que llamó pulcra labor de Rafael Tovar y de Teresa. Por su parte, José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público, reconoció la vocación para la gestión cultural del funcionario. “Desde hace 40 años fue una presencia permanente, productiva, creativa y fecunda”, en el servicio para las artes, comentó.
Con la mirada baja, el escritor y gestor cultural Jorge Volpi, uno de los amigos más cercanos del también historiador, comentó sobre el hombre que esa tarde estaba ‘vivo’ en las voces de sus muchas amistades: “Era un hombre de curiosidad insaciable, un apasionado y un gran lector”. En tanto, José Narro, secretario de Salud y ex rector de la UNAM, coincidió con los presentes sobre el extraordinario ser humano que Rafael Tovar y de Teresa fue; sobre su decencia, educación y refinamiento. Para acompañar a su hijo Rafael Tovar López-Portillo con pequeñas palmadas de apoyo, estaba Carmen Beatriz López-Portillo Romano, ex esposa del secretario de Cultura.
No hay precedentes para la convocatoria que motivó la partida de Rafael Tovar y de Teresa. Fue un desfile permanente de flores y gestores de los ámbitos más destacados del país. El empresario Carlos Slim Domit presentó sus condolencias a los familiares. También llegaron los políticos Santiago Creel, quien fue acompañado por Fernando Tovar y de Teresa; Jesús Silva Herzog, Francisco Labastida acompañado por su esposa María Teresa Uriarte; el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo; el arquitecto Fernando Romero, Pepita Serrano, el violonchelista Carlos Prieto, el actual rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, y el académico y director del Fondo de Cultura Económica, José Carreño Carlón, entre otros pinceles, plumas, arcos y rostros reconocidos que acudieron a dar el último adiós a quien gestionara la elevación de prioridad del máximo organismo para las artes en México.
A media tarde, el dramaturgo Luis de Tavira subió las escaleras de la funeraria para presentarse ante los restos de quien partiera la madrugada del sábado 10 de diciembre, a los 62 años. Él dijo para CLASE que Tovar y de Teresa “contribuyó a desarrollar las estructuras modernas de la cultura pública y fue capaz de elevar la acción cultural al rango de una prioridad del Estado. Por todo ello, los hombres de arte y los mexicanos debemos estarle profundamente agradecidos”. Junto a él estaba el compositor Mario Lavista, el cual se dijo sorprendido por la cantidad de flores que embellecían la amplísima estancia reservada para escoltar los restos de quien nació en esta misma ciudad el 6 de abril de 1954. “Fue un amigo muy querido de muchos de nosotros. Un hombre tan bueno, tan decente, tan culto; uno de los mejores funcionarios que ha habido en el país”, declaró.
Durante el transcurso de la tarde, aparecieron grandes personalidades para despedir a Rafael, entre ellas, Patricia Bernal, Leticia Huijara, Marion Lanz Duret y Jerónimo de Yturbe, Gurú Amrit, Alberto Ruiz de Teresa y Ana Sofía García.
En honor a su exquisitez, el cuarteto de cuerdas Carlos Chávez tocó en la sala Bearn, frente al féretro del secretario, flanqueado por las flores que envió el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
El ataúd del primer secretario de Cultura del país permaneció en la agencia funeraria del Panteón Francés hasta la tarde del domingo para después ser trasladado al crematorio con una bandera mexicana extendida sobre él y escoltado por familiares y amigos cercanos, encabezados por la viuda del gestor cultural, Mariana García-Bárcena, y sus hijos mayores (que procreó con su primera esposa Carmen López Portillo Romano) Rafael y Leonora.
No hubo más que palabras de agradecimiento, de reconocimiento, de profunda admiración y afecto para una mente excepcional y un corazón comprometido con el crecimiento y la democratización de la cultura en el país.