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Con la promesa de amor: “Toda la vida, todos los días”, la pareja se casó después de cinco años de noviazgo, seis despedidas de soltera de la novia, siete meses de planeación de la boda y un pre wedding.
El gran día llegó. Claudia Álvarez y Billy Rovzar ya son marido y mujer. La pareja le puso broche de oro a su relación con un enlace que se llevó a cabo, el fin de semana pasado, en la playa Higuera Blanca en Punta Mita, Nayarit. Luego de cinco años de noviazgo, la pareja tuvo una cita en un altar lleno de flores frente al mar, en punto de las 18:00 horas y frente a más de 400 invitados con quienes celebraron su amor en una ceremonia espiritual (Billy se ha casado dos veces previamente y por ello, llevaron a cabo una ceremonia no religiosa). Un cielo anaranjado, gracias a una extraordinaria puesta de sol, y un mar tranquilo fueron testigos de una de las bodas más esperadas del año, realizada en las instalaciones de Imanta Resort.
Claudia lució radiante con un vestido de novia diseñado por la mexicana Alexia Ulibarri, el cual combinó con un ramo de orquídeas blancas, un tocado de Heart of Gold y joyería Tous. Su ajuar la hizo verse espectacular esa tarde en la que, acompañada por su mamá, Victoria Ocampo, y su hermano, Alfonso Álvarez, la novia caminó hacia el altar. Ahí estaba esperándola Billy (quien lució un traje beige de Harris & Frank) y una gran sonrisa.
Durante el ritual, el atardecer aportó un ambiente íntimo, ideal para el discurso de la ceremonia, en el que se destacó la importancia del amor que deben alimentar como pareja. Una vez que fueron declarados en matrimonio, los ahora esposos celebraron con un beso para después partir -en un carrito de golf- a la recepción, que estaba a unos metros del lugar. Ahí, la pareja hizo su entrada triunfal entre aplausos y porras, mientras se escuchaba el tema “All you need is love” de The Beatles.
Al caer la noche, la pareja hizo su primer baile como esposos, bajo el tema: “Estoy enamorado” de Thalía y Pedro Capó, que hicieron su canción desde el inicio de su noviazgo. Claudia y Billy bailaron una coreografía especial (para la cual se prepararon con lecciones de baile) ese día bajo la luz de los fuegos artificiales que iluminaron la velada y fueron todo un happening para los invitados.
Una vez que los invitados disfrutaron de ese emotivo momento, se dio paso a la cena, la cual estuvo coordinada por I Latina Banquetes. Para esta especial celebración, los asistentes degustaron una entrada de taco tropical o un tiradito de atún mango y ajonjolí, como segundo tiempo hubo una ensalada de arúgula con duraznos al grill y como plato principal, solomillo al demi-glace de portobello y shiraz o pesca del día con asado thai. Para el postre se ofrecieron: crème brûlée de guayaba, cheesecake de ate de membrillo y tiramisú de café.
La cena fue el punto de la noche en el que comenzaron las sorpresas, una muy especial fue la que Inés Gómez Mont y May Álvarez Puga le regalaron a los novios: el número musical del grupo Arcano. Esta agrupación, según nos contó Claudia, se ha convertido en una de las favoritas para amenizar bodas gracias a su mezcla de música pop ejecutada con violines. “Tuvimos una sorpresa, ellos nos dieron la música de la cena, con un grupo espectacular de violines con música moderna, impresionante. Para Billy y para mí fue una súper sorpresa, durante toda la cena. Estuvo magistral”, comentó la feliz novia.
Inés Gómez Mont nos contó cómo surgió la idea de regalarle a Claudia y Billy la música para acompañar la cena, lo que culminó como una gran sorpresa.
“Clau fue la primera que me dijo que quería al grupo para su boda y que estaba en sus pendientes, surgieron algunos problemas con la logística, Claudia estaba corriendo, cosa que yo agradecí, así que me encargué con Jaime González (wedding planner) de verlo por fuera y si Claudia les marcaba que le dijeran que ya no tenían la fecha disponible para que fuera una sorpresa y justamente lo viera ese día de la boda, porque queríamos mi esposo y yo darles un detalle donde realmente vieran que nos habíamos esforzado en pensar como sorprenderlos y yo creo que esos son los regalos más bonitos que alguien puede recibir, pero cuando te das cuenta que alguien pensó en ti, a todo mundo nos encanta”.
Luego de la cena, llegó el momento de abrir la pista de baile que estuvo bastante concurrida gracias a los beats de DJ Joao Mireles.
UNA DE SUS MEJORES AMIGAS
En entrevista exclusiva con Inés Gómez Mont, una amiga muy cercana de la novia, nos dijo: “Clau sabe que es mi hermana, hemos vivido las mejores experiencias de mi vida y también las no tan buenas, siempre hemos ido de la mano, tenemos una amistad muy fuerte desde hace 15 años y desde el primer día nos hicimos súper amigas y compartimos muchas aventuras. Y ahora ser parte de este compromiso y de este nuevo reto que se enfrentan y de ver cómo están consolidando una nueva familia”.
Se arreglaron juntas, ¿cómo fue esa experiencia?
Padrísimo fue un momento muy personal el que me haya invitado a ser parte de ese momento, de quedarme en el mismo hotel con su familia, me hizo sentir súper especial, luego acompañarla en todos los preparativos y en el arreglo, que es cuando la novia está más nerviosa y entrando en crisis, poder echarle la mano, me hizo sentir muy afortunada. Son experiencias que siempre voy a recordar con Clau y, sin duda, es la novia más bonita y la más enamorada, varios fuimos testigos de que fue una boda llena de amor.
¿Claudia estaba nerviosa durante el arreglo?
No, estaba muy tranquila, estaba en las mejores manos de Vicente Montoya y estaba en paz. Clau es una mujer de muchísima fe y una noche antes me platicó que había rezado y que estaba súper agradecida con Dios y con la vida, la sentí muy en paz y se veía preciosa.
La pareja viajará de luna de miel a Japón para concluir en Miami, donde pasaran las fiestas decembrinas acompañados de la familia de Billy.