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El ‘gurú de la moda’ enfatiza: “Desde niño siempre se me dio ser muy disruptivo, esa es la palabra que me define”. El director general de Saks y Claso Shop, así como director comercial de Sears y Sanborns nos comparte su experiencia.
¿Tu familia te apoyó cuando decidiste entrar en el mundo de la moda?
Mi familia siempre me apoyó en todo. Tuve una familia muy cool, de padres jóvenes; hoy estoy a punto de cumplir 40, mi mamá tiene 60 y mi papá 62. La brecha generacional es mínima y yo creo que eso me ayudó muchísimo. Siempre recibí apoyo en todo lo que quise hacer, en todos mis sueños e ilusiones.
Ahora que hablas de sueños, ¿cuál era tu sueño al pensar en moda?
A mí los caminos me llevaron por la parte creativa y la moda llegó a mi vida como un accidente, porque me encantaba vestirme loco y gracias a esa locura, el mundo de la moda me fue absorbiendo sin que yo hubiera querido ir hacia él. Creo que el destino sí está marcado para ciertas personas. Cometería un error al decir que todo estaba fríamente calculado. Creo que ha sido una serie de accidentes maravillosos que han logrado que yo sea un hombre feliz pero definitivamente, no soy un hombre de planear.
¿Cuáles han sido los retos profesionales que has tenido que atravesar?
Cuando inicias un proyecto siempre es un reto sacarlo avante. Pero ha sido maravilloso poder convivir con tanta gente, ver tantas ideas y pensamientos. Sí, el mundo de la moda es difícil, pero también es muy lindo para la gente que lo vive con arte y creatividad. Quienes lo viven con banalidad y desde un punto de vista material, quizá son la gente difícil de la moda. Yo trato de rodearme de personas ilusionadas, creativas y llenas de energía. Tú decides con quién sí, con quién no y con quién nunca.
¿Quién es tu ‘gurú’ de la moda?
Soy un gran enamorado de las creaciones de Vaccarello, de la obra de Alessandro con Gucci, que me fascina; de lo disruptivo de Marc Jacobs; de la sutileza y perfección de Tom Ford; un súper enamorado de la feminidad de Oscar de la Renta; un megaorgásmico con Carolina Herrera por su feminidad.
¿Qué representa para ti mismo ser un ‘gurú’ de la moda?
Eso de ‘gurú’ de la moda te lo va poniendo la misma industria, pero no es una cosa que a mí me represente, con lo que viva. Me levanto de mi cama, como cualquier ser humano, y digo: ‘¿Qué nos espera hoy?’. Creo que hay que aprender a dividir la parte del show business, todo lo que te hace un personaje, con la persona que eres. Me la creo mucho de mi persona y no me la creo de mi personaje, porque ese sirve para lo que sirve, pero la persona es la que vale. Prefiero seguir viviendo con quien soy, con mi forma de ser, mis defectos y virtudes, sin pensar en que soy el ‘gurú’.
¿Cómo defines tu estilo y cómo lo renuevas para estar siempre en tendencia?
Como lo dije, disruptivo, por lo tanto no sigo mucho los estándares, me gusta mezclar y explorar; “combinar descombinado”, algo muy raro de decir, pero es que la perfecta combinación es la que no tiene combinación. Esa es una de mis frases favoritas que viene en el libro que estoy escribiendo. Esa es la magia que hace que la gente te voltee a ver. Cuando todo está perfecto y articulado, la gente no te cree.
Cuéntame un poco sobre ese libro que estás escribiendo...
Es una nueva aventura a la cual me invitaron y es una cosa divina porque va a hablar muchísimo de la parte de la vida, de la moda, del espíritu, de lo que sí y de lo que no. Es un libro muy divertido porque va a tener mucha interacción con el lector en el momento en el que lo esté leyendo, es una nueva forma de escribir libros y es parte de mi rollo disruptivo. Quiero escribir un libro y cuando me invitaron a hacerlo les dije que tiene que ser con mi forma de ver la vida. Es como una biblia, muy interesante.
¿Cuándo estará disponible este libro y qué otros planes traes entre manos?
¡Es una sorpresa! Sale a la luz el año que viene, también tengo un disco, incursiono en el mundo de la música. Hay otra sorpresa que todavía no decido. Me invitaron a tener una parte protagónica en una telenovela y van tres veces que digo que no (para la producción). Ahora estoy un poco con conflicto mental, me da miedo, se vale decir; nunca me da miedo nada y este tema me está dando cosita; es un tema que todavía estamos platicando con mis mánagers.
¿En qué género musical vas a incursionar?
¡Es otra gran sorpresa! Lo único que te puedo decir es que los voy a sorprender porque el género que voy a cantar también tiene mucho que ver con el estilo que voy a presentar en la moda, en cada una de las cosas que voy a hacer. Está muy interesante, llevamos año y medio en esto, no es una cosa de botepronto y será algo muy interesante.
¿En qué momento de tu vida estabas cuando se dio tu incursión al Grupo Carso?
En febrero cumplí 10 años en el corporativo y cuando entré estaba en un momento en el cual yo me dedicaba a ser consultor. Toda mi carrera profesional, hablando de la parte corporativa, siempre he sido consultor de ‘retail’ y daba asesorías a tiendas y marcas internacionales que hace 15 o 20 años llegaron a México. A eso me dediqué toda mi vida, desde que estaba estudiando la carrera comencé a ser consultor. Por eso digo que las cosas se me dan por accidente. Me pasó con una persona, entonces tenía 19 años, era un americano con una compañía muy grande aquí en México de ‘retail’, quien me dijo: “Tú tienes algo y yo quiero que me ayudes por favor, necesito ‘turn around this company’”, y es así como comencé a ser consultor cuando estaba en la carrera de mercadotecnia.
Así fue como se dio mi vida y, hace 10 años, hubo un approach con Sears. Nunca había trabajado en una empresa así que me dijeron: “Vente un año, te va a ir bien, y ya después decides”. Y de un año ya llevo 10 y estoy feliz en Carso, es un grupo muy bonito, lleno de virtudes humanas; el hecho de que siga allí tiene que ver con las virtudes de ese grupo; es una familia que arropa a su gente, la quiere, se preocupa por ellos; es un grupo que invierte en el país, que apoya muchísimo las causas nobles; para mí ha sido una experiencia maravillosa.
Siempre lo digo: “Dios no le da alas a los alacranes, se las da a las mariposas”. Para mí la familia Slim es una oruga que se convirtió en mariposa, que ha logrado convertir a mucha gente y transformar este mundo. Son grandes transformadores. Es una familia a la que quiero como la mía propia. La gente que tiene la oportunidad de conocerlos se enamora de ellos. No te puedes no enamorar la riqueza espiritual que tienen. Eso es lo que me ha mantenido allí. Para mí es un placer ir a trabajar a Grupo Carso.
¿Cuál fue tu primer trabajo?
Fue a los ocho años cuando acompañaba a mi papá a una bodega, donde trabajaba cargando cajas y entendiendo lo que era la logística de los negocios familiares. Ya después de dos o tres semanas, me pasaron a que aprendiera lo que era el mostrador y a tener interacción con los clientes, después a cobrar y aprender a usar una caja registradora. Luego ya me pusieron en el área administrativa.
¿Cuál es la enseñanza más importante que tuviste de esa experiencia?
Mi papá me dijo algo muy bonito: “Quien no sabe cargar una caja, jamás va a poder liderar una empresa”. Y tiene toda la razón, no nada más por el hecho de cargar la caja y comprender que esa labor es valiosa y muy pesada, sino también por tener el sentido de comprender que todos los trabajos son importantes. Quiero dejar ese mensaje a esta nueva generación que viene tan millennial y tan de que todo lo quieren puesto, que por favor, los padres hagan un esfuerzo por enseñarle a sus hijos el valor de la gente, de cada oficio y aprender a respetar a cada uno y darle su justo aplauso.
¿Cuál es tu proyecto corporativo más reciente?
Claso Shop, un e-commerce, donde puedes comprar lo que quieras, desde una crema Clinic, hasta unos zapatos Nine West, una televisión, un gadget, con carga a tu recibo Telmex. Con lo que se está abriendo la posibilidad de que todo el mundo pueda comprar por e-commerce sin necesidad de tener una tarjeta de crédito. Es algo muy novedoso y al final de cuentas, estamos siendo disruptivos.
¿Por qué el e-commerce tiene en el mundo 20 años y a nadie se la había ocurrido crear una forma de pago cargada al recibo telefónico? Y, algo mejor, te dan plazos.
Eso es lo que me da orgullo del Grupo Carso y de la familia en general: siempre se están preocupando por ver cómo le dan más accesibilidad y facilidad a la gente para que viva mejor. O lo del museo; el Soumaya no cobra un centavo desde que abrió, porque le quisieron dar acceso a la cultura a toda la población sin ninguna diferenciación, porque la cultura debe ser democrática. La cultura es un bien espiritual, que te hace crecer y conocer el mundo.
¿Cuáles han sido las satisfacciones que te ha dado tu trabajo?
Estoy tan enamorado de eso a lo que le dicen trabajo, pero que para mí es un placer. Soy un hombre feliz, siempre me mantengo ocupado, he logrado acariciar a mucha gente por medio del trabajo; y te hablo por acariciar de mil maneras, desde tener una conversación tan amena hasta un abrazo.
¿Te consideras una persona feliz?
Me considero un hombre feliz, crecí de esa manera porque el chip que nos metió a la familia mi papá y mi mamá fue el de: “hijos, ustedes a lo que vienen a la vida es únicamente a ser felices y si pueden, hacer felices a los demás, pero en su camino fíjense de no pisar a nadie ni hacer infeliz a otro, en su afán de ser felices”. Me siento un hombre muy pleno, no le debo nada a nadie, no tengo nada que reclamarle a nadie. No tengo más que agradecer. Creo que uno tiene el poder de pensar que no existen las víctimas, tú decides cuánto tiempo le brindas de energía a lo negativo o si simplemente capitalizas lo que sucedió, tomas el aprendizaje y lo haces a un lado. La víctima es la que se queda estacionada en lo malo, en el rencor y la no víctima es la que entiende la vida es como viene y va para adelante. Por eso no creo en la gente que se dice víctima, porque aunque sí te haya ido mal, tienes el poder de decidir dejar de ser una víctima. Una persona inteligente debe entender eso; que una persona que está todo el tiempo hablando de ti, aunque sea en una manera negativa, es alguien quiere ser lo que tú eres.
¿Cómo es Edy fuera de las cámaras?
Me encanta ir al Costco. Se van a reír pero, una de mis mayores terapias cuando estoy en México, es ir allí, porque me distraigo viendo, es una tienda que siempre tiene cosas nuevas y aparte me encanta comer. Amo comer, fui un gordito por muchos años. Amo la comida, me fascina el placer de los sabores y ese es un paraíso de comida. Me encanta platicar con la gente. Soy muy raro. Me gustan las cosas más simples del mundo. Cuando ven al gurú todo producido no se dan cuenta que soy el cuate que disfruta de las cosas muy sencillas que no tienen nada que ver con la gran producción. Yo mismo a veces me pregunto: ¿por qué me encantan todo lo normal si mi imagen es anormal?. Te puedo decir que Edgar es un cuate muy normal y Edy es alguien muy producido. Soy muy directo, como buen sagitario; a veces digo cosas que no debería de decir, pero siempre trato de explicarle a la gente que se lo dije de corazón.
¿Cómo ves el panorama de la moda mexicana?
Sobre el panorama de la moda mexicana veo que sí ha habido una franca evolución, pero falta algo y siempre lo digo: visión comercial. Siempre se lo digo a todos. A veces el diseñador hace mucha carrera en las revistas, en los eventos, pero cuando le preguntas cuánto vale su negocio, cuánto margen hace, no sabe contestar. Entonces resulta que no tiene negocio y para mí la moda es una expresión pero también es una industria y creo que a México lo que le falta, y lo digo honestamente, es que los diseñadores comiencen a ver a la moda como una industria y no sólo como un tema de glamour. Vamos por buen camino, pero nos falta industria. Lo que va a consagrar a los diseñadores es que deben demostrar que sí pueden generar una colección que le guste al público, que la compre y le genere industria. También deben entender que pueden hacer colecciones para todo mundo y no solamente colecciones caras. ¿Por qué en México los diseñadores no hacen colaboraciones con las tiendas comunes si la gente va corriendo a hacer colas? Sí hace falta hacer mucho énfasis en que nuestros diseñadores tienen que saber lo que es sacar costos, lo que es un margen, cuánto van a ganar, A nivel creativo, mis respetos, ya quisieran tenerlas en otros lados del mundo.
¿Por qué consideras a los diseñadores que te acompañan en esta portada como los consagrados de la moda nacional?
Porque son justo los que están haciendo industria, gente que sí tiene un nombre como diseñador, pero sus colecciones se están vendiendo en las tiendas y para mí eso es muy importante. Los consagrados no pueden ser diseñadores divinos que no venden ninguna pieza. Un pintor se consagra cuando le reconocen su obra. Hay algunos pintores a los que no les reconocieron su obra en vida sino hasta su muerte.
RICARDO SECO
PAMELA Y PAOLA WONG
LYDIA LAVÍN Y MONTSERRAT MESEGUER LAVÍN
JONATHAN MORALES
EDY SMOL FACTS:
El lugar de tu casa donde pasas más tiempo: En la cocina
El postre por el que temes romper la dieta: Todos, pero nunca tengo temor
Tu gusto culposo en música: El reggaetón
Tu cita de autor favorita: “Yo sólo sé que no soy nada”
La película que invariablemente te hace llorar: “Nunca te vayas sin decir te quiero”
Cómo sería tu date perfecto: Cenar con mis amigos. Nada que tenga que ver con pareja porque nunca en la vida me he enamorado
Tu lugar favorito para vacacionar: La playa, Acapulco
Tu mejor amigo: Primero yo, después, por ser un personaje conocido prefiero dejarlo así. Él sabe quién es, una personas que quiero y admiro mucho. Es mucho más grande que yo, de edad y en muchos sentidos. Es la persona a la cual le tengo un cariño de aquí al cielo
El mejor día de tu vida: Todos. He tenido miles de mejores días, sería injusto dejárselo a uno
Una actividad que sea tu coco: Soy inhábil para manejar motos y bicicletas