Gente con clase| 08/09/2016 |06:00 |Ricardo Quiroga | Actualizada
06:00

En su oficina del Hipódromo de las Américas, Federico González Compeán, director general de CIE Internacional, atesora los recuerdos de 25 años como una de las mentes maestras detrás de los más grandes espectáculos en México. En un muro conviven sus más preciadas fotografías. En algunas de ellas se le observa abrazado de estrellas como Bono en la primera visita de U2 a México, compartir un gesto de complicidad con Paul McCartney y sonriente junto al tenor italiano Luciano Pavarotti.

En ese despacho con vista panorámica al Infield se observan dos Discos de Oro por las altas ventas del soundtrack de “Amores Perros”, cinta de la que fue productor; uno más por el éxito del musical “Mentiras”; el Premio Nacional de Periodismo 1987, por la dirección del programa “Hoy en la cultura”, para Canal 11; tres Diosas de Plata, una de ellas por la cinta “Arráncame la vida”, de Roberto Sneider; y decenas de galardones más por su labor en la producción teatral y cinematográfica.

En ese, su espacio, una de las mentes maestras detrás del exitoso regreso de la Fórmula 1 a México recibió a CLASE para hablar sobre ese “animal” que parecía indomable, hace un par de años, y ahora está terminando de domar. Además, se confesó como un hombre de familia, manías y pasiones, un lado que pocos conocen.

Federico González Compeán, el lado ‘B de la mente maestra detrás de la F1
Federico González Compeán, el lado ‘B de la mente maestra detrás de la F1

¿Cómo es Federico González Compeán con los amigos?

Muy bromista, dicharachero y simpático. Soy de divertirse, no soy muy serio, casi no me la creo.

¿Cuáles son tus tiempos para la familia? ¿A qué hora sales de casa y a qué hora llegas?

Normalmente estoy en el trabajo, si no empiezo con un desayuno, como a las 9:30 de la mañana y salgo como a las 9:00 de la noche.

¿Qué es lo primero que haces cuando llegas a tu casa?

Voy y dejo mi mochila, dejo mi saco. Soy de mucho ritual, de decir: “esto lo dejo aquí y esto por allá”; voy y saludo; si están despiertos los chamacos, les doy su beso. Después de eso veo si me pongo la pijama o más bien nos alistamos para ir a algún evento.

¿Qué modificarías de tu actual ritmo de vida?

Personalmente, me gustaría tener más tiempo para hacer lo que realmente me gusta, que es la carpintería. Me encantaría ser carpintero.

Federico González Compeán, el lado ‘B de la mente maestra detrás de la F1
Federico González Compeán, el lado ‘B de la mente maestra detrás de la F1

¿Cómo supiste que te gustaba la carpintería?

Desde pequeño estaba metido en eso y era autodidacta, con mi sierra, la madera, mi formol y el cepillo. Me encanta. Voy a empezar primero por dedicarle más tiempo y ya después, quizás, me haga maestro mueblero. Le digo a mis amigos que nada más repisas no hago, porque eso es muy sencillo.

¿Qué escuchas?

Oigo de todo, aunque estoy atrapado en los ochentas. También por mis hijos chiquitos escucho música infantil y por los grandes escucho música electrónica.

¿A quién admiras?

Respeto mucho a un Steve Jobs, que era un visionario; también respeto mucho a gente que hace trabajo social; a un empresario que constrye una empresa de 100 años capaz de mantenerse.

UN APASIONADO DE SU PROFESIÓN

¿Cómo iniciaste tu trayectoria como productor y promotor?

Me inicié justo en la organización de conciertos y después estuve mucho tiempo en el teatro. Fui el primer director del Palacio de los Deportes. El primer concierto que organicé fue el de INXS, en 1990, en el año de la fundación de OCESA. Después vinieron Paul McCartney, Madonna, U2 y The Rolling Stones. Me tocó también ser el primer director del Auditorio Nacional, una vez remodelado. Tengo 25 años siendo promotor, organizador de eventos y conformador de equipos de trabajo. Eso es lo que me sale bien.

¿Cómo organizas tu vida personal y profesional?

Se sacrifican muchas cosas personales. El año pasado tuve jornadas de 15 horas cuando teníamos la remodelación (del Autódromo Hermanos Rodríguez) encima. Estaba la construcción de la pista, de los pits y del edificio, había que estar monitoreando. Pero este año, ni cerca de haber trabajado eso, he estado mucho más tranquilo, ha sido más fácil.

¿Antes te habías involucrado en una remodelación de esa magnitud?

Me tocó ser el responsable de la construcción del Foro Sol donde había solamente cinco canchas de futbol, en 1993, cuando hicimos Madonna. Entonces yo era director de OCESA. Me acuerdo que el ginecólogo, de quien entonces era mi esposa, me dijo: “Federico, yo entiendo que tengas mucho trabajo, pero te aviso que el 5 de noviembre, estés o no estés, tu hijo va a nacer”. Entonces fui al hospital y, efectivamente, nació.

¿Sentiste que se te venía el tiempo encima con las obras en el Autódromo?

Mucho. Por mucho tiempo viví momentos de angustia. Varios días me levantaba a las tres de la mañana, abría los ojos para pensar: “Voy a tener que salir a poner mi cara ante la prensa internacional para decir que lo siento mucho y no acabamos la pista”. No podía cerrar el ojo y eso me torturó muchos meses. “Aunque vayan pasando los coches y nosotros pintando la raya, pero vamos a llegar”, me decía. Y nos creyeron, confiaron, y lo logramos. La FIA, Pepe y Jorge Abed ayudaron mucho.

Federico González Compeán, el lado ‘B de la mente maestra detrás de la F1
Federico González Compeán, el lado ‘B de la mente maestra detrás de la F1

LÍDER JUSTO

Federico esboza una sonrisa de complicidad con sus empleados. Es un hombre accesible y bromista, pero también es metódico y se involucra profundamente en sus proyectos. En su pizarrón de cristal tiene pegada la relación completa, con fotografías y nombres, de los actores que toman parte del musical “El Rey León”. Tiene también dos planos del Autódromo Hermanos Rodríguez, uno con la distribución de todos los servicios y stands que hubo disponibles en 2015, y el segundo con las mejoras previstas para la edición 2016. Recientemente ha permanecido inmerso en los guiones de teatro y en un cesto tiene media docena de ellos, pendientes por leer. La mayoría terminan descartados, pero dice sobre uno con pasta azul que podría ser ideal para adaptarse al cine.

¿Eres una persona de carácter fuerte?

Sí, tengo mis momentos explosivos, pero en general creo que todo problema tiene un ángulo bueno y uno malo. Nada es tan definitivo, todo tiene de los dos componentes. Tiendo a resaltar más lo bueno y creo que tengo un sentido común bastante desarrollado.

¿El sentido común debe ser la característica de un buen líder?

Conforme creces, te desarrollas y tienes más responsabilidades, aprendes a tener mesura, a ver las áreas de oportunidad. Si quieres que se involucre tu equipo de trabajo, te tienes que rodear de gente más capaz que tú y el proyecto tiene que dejar de ser tuyo para ser de todos. Y cuando deja de ser tuyo, deja de ser exactamente como tú lo pensaste. Creo que la autoridad que generes para tu equipo es lo que hace la diferencia en un evento de este tamaño. Porque si estás a las carreras y todo es estrés, planeaste mal o no estás delegando correctamente. Esa es parte del éxito de la Fórmula 1 y personalmente, en mi carrera, también lo ha sido: formar un equipo sólido.

¿De quién aprendiste esta filosofía?

De la vida, del trabajo, de la presión. Los años te van templando ante los problemas enormes que ves. Son solamente experiencias acumuladas, empiezas a distinguir que no pasa nada.

¿Podrías decir que eres un gran negociador?

Hay quien negocia muy rudo y conozco a varios de ellos que siempre toman ventaja para ganar y te quedas con esa sensación de pérdida. Y lo que yo trato de hacer es siempre negociar con sentido. Con esa lógica soy un negociador “light” porque me parece que hago lo justo, pero, por otro lado, hay quien dice que soy un mal negociador porque no las gano todas o porque no tomo ventaja de eso. Creo que soy justo, me gusta la equidad, que todos ganen.

¿Tratas de inculcarle esta filosofía de vida a tu familia?

Sí, están involucrados, son parte de. Mis dos hijos grandes están metidos en esto y, van a acabar haciendo lo que yo hago porque ya les gustó, los veo arremangarse y van a terminar “neceando”. En tanto, mis dos hijos chiquitos no acaban de entender exactamente qué hace el papá, pero sí se dan cuenta de la coordinación del teatro, de los conciertos y las carreras. Lo mismo con mi esposa, quien asiste pero también lo padece.

¿Qué sigue para Federico?

Profesionalmente, acabar de domar a este animal tan grande que es diferente para los siguientes cuatro años. Entenderlo, domesticarlo, armarlo, para que sea algo más fácil de hacer año con año.

Federico González Compeán, el lado ‘B de la mente maestra detrás de la F1
Federico González Compeán, el lado ‘B de la mente maestra detrás de la F1

SU TRAYECTORIA

COMO DIRECTOR

1987 - Noticiero “Hoy en la cultura”

(Premio Nacional de Periodismo)

COMO PRODUCTOR DE CINE

1999 - “Todo el poder”

2000 - “Amores perros”

2000 - “Por la libre”

2002 - “Asesino en serio”

2003 - “Nicotina”

2004 - “Voces inocentes”

2007 - “Malos hábitos”

2008 - “Arráncame la vida”

COMO PRODUCTOR DE TEATRO

1999/2000 - “Rent”

1999/2001 - “El fantasma

de la ópera”

2001/2002 - “Chicago”

2002/2004 - “Los Miserables”

2004/2005 - “Violinista en el tejado”

2005/2006 / “Bésame mucho”

2006/2007 - “Hoy no me puedo levantar”

2006/2007 - “Los Productores”

2007/2008 - “La Bella y la Bestia”

2009/2010 - “¡Mamma Mia!”

2012 - “Mary Poppins”

2013/2014 - “Wicked”

2015 - “El Rey León”

COMO DIRECTIVO

1988 - Director general

del Teatro de la Ciudad

1990- Del Palacio de los Deportes

1991 - Del Auditorio Nacional

1993 - De Nuevos Proyectos de OCESA

1999 - De Altavista Films

2005 - Director General del CIE Internacional

2015 - Del Gran Premio de México

Federico González Compeán, el lado ‘B de la mente maestra detrás de la F1
Federico González Compeán, el lado ‘B de la mente maestra detrás de la F1