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Son hombres, apuestos y muy inteligentes, conquistaron el corazón de una auténtica princesa, algunos criticados, otros bien recibidos y aunque no todos ostentan el título de príncipe consorte, no dejan de ser príncipes con mucha suerte.
Felipe de Edimburgo “El de sangre azul”
CONSORTE DE: Isabel II de Inglaterra
De todos los consortes de la actualidad, el príncipe Felipe es el único que proviene de una familia real, bisnieto de la Rrina Victoria, nació con el título de príncipe de Grecia, sin embargo, su padre murió en bancarrota y su madre perdió la razón, su tío Lord Louis Mountbatten lo protegió dándole una educación militar. Fue en la naval, durante una visita del Rey Jorge y su familia, que se dio el primer encuentro entre la princesa Isabel de 13 años en aquel entonces y Felipe de 18. La princesa le escribió miles de cartas durante la guerra, cuando volvió y hasta la fecha no se separó de ella, se casaron en 1947 y hoy forman el matrimonio más longevo en la monarquía.
Daniel Westling “El entrenador”
CONSORTE DE: Victoria de Suecia
Fue entrenador personal y el principal propietario de una exclusiva cadena de gimnasios repartidos por Estocolmo, “Balance Training”, a la que acude lo más selecto del mundo empresarial sueco, y donde conoció a la princesa Victoria en 2001, cuando ésta se encontraba luchando contra la anorexia. Los reyes de Suecia tardaron en aceptar la relación de Victoria y Daniel, finalmente la pareja se casó en 2010. Son padres de Estelle y próximamente recibirán a su segundo bebé. Hoy han logrado ser una pareja muy querida para los suecos.
Henrik de Laborde de Monpezat “El berrinchudo”
CONSORTE DE: Margarita II de Dinamarca
De sangre francesa y dudoso abolengo, pasó su infancia en la Indochina Francesa -Vietnam-, donde su padre tenía intereses empresariales. En 1967 se casó con Margarita de Dinamarca, heredera de la corona danesa y reina desde 1972. El Conde francés al principio no fue del agrado de los daneses, y tuvo que cambiar su nombre convirtiéndose en “Henrik” y también su nacionalidad, su religión, su lengua y su trabajo. En 2002, la Familia Real vivió una de sus peores crisis después de que Henrik confesara en una entrevista con el tabloide danés BT que se sentía “inútil y relegado”. Ese sentimiento lo llevó a “exiliarse” temporalmente a su castillo en Caix, al sur de Francia, para reflexionar sobre su vida.
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Claus Van Amsberg “El nazi”
CONSORTE DE: Beatriz de Holanda
Se casó con la princesa en 1966, pero los holandeses no le dieron una bienvenida cálida, recordaban aún la ocupación nazi como una vibrante realidad y, para empeorarlo todo, Claus había sido miembro de la Hitlerjugend (juventud hitleriana) y había vestido el uniforme de la Weehrmocht (ejército del Tercer Reich). Por eso, mientras se dirigía con la princesa Beatriz a la iglesia donde se realizaría la boda, decenas de miles de manifestantes vociferaron su desaprobación, y un pollo muerto, con la cruz esvástica pintada fue lanzado sobre la puerta de la majestuosa carroza de oro que conducía a los novios. Sin embargo, su matrimonio fue estable y se ganó el corazón de los holandeses. Claus falleció en 2002.
Christopher O’Neill “El millonario”
CONSORTE DE: Magdalena de Suecia
Todo ocurrió cuando la Princesa Magdalena se marchó a Nueva Yok con el corazón roto tras romper su compromiso con Jonas Bergström, se conocieron por amigos en común y fue amor a primera vista. Christopher no sólo conquistó a Magdalena sino al resto de la familia real. Un financiero nacido en cuna de oro. Se casaron en una boda inolvidable en junio de 2013, Chris no aceptó un título nobiliario ya que esto lo obligaría a renunciar a sus empresas. La pareja tiene dos hijos Leonore y Nicolás, y se instaló en Londres para afincar su matrimonio cerca de la familia real de Suecia.
Ari Behn “El escritor”
CONSORTE DE: Martha Luisa de Noruega
Martha Luisa y Ari Behn, el afamado escritor que lidera la nueva generación de autores noruegos, se conocieron gracias a Marianne, la madre de Ari. Marianne Rafaela Solberg Behn, profesora de fisioterapia, dio clases a Martha Luisa de Noruega durante los cursos que siguió en la Universidad de Oslo. Entre ellas nació una gran amistad y en alguno de sus encuentros, Marianne presentó a la princesa a su hijo. Contrajeron matrimonio en mayo de 2002 y son padres de tres niñas. Martha renunció a su título real y hoy vive feliz, escribiendo y hablando con los ángeles.